Hay miles de formas de agradecer y casi la misma cantidad de razones para hacerlo. Desde todo punto de vista y en mi humilde opinión, considero que se debe agradecer o ser agradecido.

No se puede agradecer, cuando un padre tiene a un hijo en malos pasos, con amigos bebedores, drogadictos, malos estudiantes, irrespetuosos. Y cuando por fin el hijo se enrumba por el sendero del sentido común, en la sabiduría de lo que es correcto, y de lo que es incorrecto, adquiriendo valores que antes no le interesaban, que maravilla, este es un gran momento para agradecer.

Cuando una mujer ha perdido la esperanza de ser madre, de no tener hijos, de no poder cargar ni arrullar a su bebé y de repente queda embarazada. Agradecería al Universo o a Dios? No importa a quien, de todas maneras agradecería.

Por otro lado, cuando una persona tiene una enfermedad incurable, con muy poca calidad de vida, que padece muchos dolores, que depende de otros para poder subsistir. Y decide practicarse la Eutanasia. Esta persona agradecería por ayudarla a morir y así culminaría su sufrimiento.

Cuando despiertas en las mañanas en tu cama y abres los ojos, y sientes el sol en la cara y percibes que estas vivo, lúcido y lleno de salud, piensas: otro día más que estoy aquí en esta nuestra tierra con fuerzas para seguir luchando por la vida y poder comerme el mundo. Lo lógico, es que debas agradecer.

La amistad es uno de los aspectos más importantes de la vida. No importa si tienes pocos o muchos amigos, o alguien totalmente desconocido. No hay dudas de que cada una merece tu reconocimiento por todo lo que te han brindado. Entonces, debemos darle gracias a la Vida por todo lo que tenemos y obtendremos a lo largo de nuestra existencia, de una manera plena, justa y realista. La vida es una sola, no tenemos otra, sé tu mismo, perdona, acaricia dulcemente, ríe con alegría, ama con mucha pasión ,haz el amor intensamente y nunca olvides los momentos felices, y sobre todo ser AGRADECIDO.