RELATO | Prejuicios de una Jade

En un mundo donde predominaba la belleza antes que, la inteligencia la hacìa un blanco fácil para jardineros expertos en cortar sueños y metas,su capullo acurrucaba la vergüenza que florecìa como matorrales; Se miraba junto a una laguna cercana y cristalina, de un momento inoportuno se agudizaron sus detalles  ancestrales que daban junto con los rayos del sol que traspasaba sus ojos tan profundos como una cascada àntigua.

¿Tendré algo mal? ¿Fui hecha para ser una simplicidad? decía Jade mentalmente mientrás se miraba fijamente,en ese momento, se dio cuenta que él dìa tomaba más intensidad los pequeños pájaros cantaban en armonía el viento, se hacìa màs denso, de un momento a otro, quedó todo en total silencio, como si todo fuera acto de un reproductor músical.

Limpio su rostro y retomó su camino a casa. Al dia siguiente, la rutina la acogía como manto de protecciòn y lo que, pensaba que le quedaba de inseguridad se hacìa màs familiar pero, esto estaba a punto de cambiar.

Días despúes despertó, fue a la cocina y tomó su taza de té como era de costumbre, no obstante, se sintió extraña se sintió ¿Muy bien? despavorida corre al espejo, se para con postura en alto y ojos tan brillante como diamantes y dice Jade: ¡Que me sucede! ¿Estoy viva?, pero algo muy dentro de ella lo sabía era ¡aceptaciòn! ese simple rostro, en aguas tranquilas caracterizó todas sus virtudes y la hicieron independiente, y segura de sí misma.

Se dio cuenta que su codicia por la rosa no era más que, inseguridad e incapaz de ver lo que ella misma tenía todos podìan amar a una rosa pero nadie,sería como Jade, si bien la belleza era la cúspide a simple vista, solo sería algo que el tiempo se llevaría.

Ella no queria ser una veloz mirada al pasar junto, a otros anhelaba ser recordada por su devoción al nuevo mundo; Ya fuera lo que otros quisieran comentar ¡ya eran demasiado tarde sus comentarios! ó ¿Tal vez no? paso junto a ellos y deslumbrò con una sonrisa de par en par como, magníficas montañas sus ojos mostraban el más poderoso rugir de alguien fuerte, ¡Llegue y no pienso irme sin confrontar lo inaudito!, quedaron átonitos abriendo paso sin ánimos de arruinar y miraron con cierto asombro, nadie era capaz de asimilar lo bueno y malo que tenían ni los seres más apoderados.

¿Qué ha sucedido? decían en voz baja y miradas aturdidas ¿Era posible que aún existiera algo así? ¿Quíen es ella? ¡Y como òsa ha desafiar mis prejuicios matutinos! ha de saber que nuestro mayor error ha sido juzgar sin ver lo que hay más allá de una simple flor...