UNA FLOR ENTRE TANTAS ESPINAS .
Un nuevo día, una nueva mañana y están el esposo y los hijos de una buena señora despidiéndose de ella:
El esposo le dice:
- Chao, mujer, me voy y no me esperes, sabes que después del trabajo me voy con mis panas a jugar dominó y a lo mejor vengo de madrugada; eso si, me dejas la cena lista y a lo mejor te despierte para que me la calientes.
La pobre mujer siente el ´primer pinchazo.
Luego se empiezan a despedir los hijos y el varón le dice:
- Madre, necesito dinero, y por favor me lavas y me planchas la pinta de hoy ya que hoy es viernes de rumba y no se te olvide tenerme un gran almuerzo que voy a traer un hambre de León.
De nuevo la buena mujer siente el segundo pinchazo.
Una de las hijas hembras, la mayor, le dice:
- Bueno mamá, ahí te dejo a los morochos, me les das desayuno ya que no tengo tiempo y se me hizo tarde para el trabajo y otra cosa; no les des el mismo almuerzo que mi hermano, acuérdate que uno come carne y el otro pollo; si puedes hacer las dos cosas mucho mejor y para que no peleen por la bebida, dale a uno jugo y al otro merengada y una última cosita, llévalos al parque en la tarde ya que no se la hora en que regrese.
De nuevo la amorosa madre siente el tercer pinchazo.
La santa madre a su última hija, la menor:
Y tu hija ¿ Que quieres?
- Madre, ante todo quiero tu bendición para que me vaya bien y espérame esta noche que voy a traer los dulces que a tí te gustan y ponte linda, más de lo que eres ya que te vas al cine conmigo a ver esa película que tanto te gusta.
La madre con los ojos humedecidos de alegría le da un beso en la frente y le dice:
- Hija mía, ¡ QUE DIOS ME LA BENDIGA, ME LE VAYA BIEN Y ME LA TRAIGA DE VUELTA SANA Y SALVA ! y elevando sus ojos al cielo le dio gracias a Dios de tener una hija así, que todo no estaba perdido y que en medio de tantas espinas una dulce y bella flor le alegraba la vida.
Y TÚ ¿ ERES ESPINA O ERES FLOR ?