He decidido dar el primer paso con mi sexualidad...

Después de los besos ardientes con Braulio, no puedo dejar de pensar en eso y en todo lo que me hizo sentir ese día, despertó en mi la fiera que llevaba dentro y decidí continuar con las sensaciones placenteras que me hizo experimentar…

Fui de visita a casa de mi amiga, para poder verlo, al quedarnos solos nos fuimos a su habitación y comenzamos con los besitos, a olernos, me respiraba en el cuello, pasaba su lengua alrededor de mi oreja, mientras sus manos estrujaban mi cuerpo, mi respiración se aceleraba, esto rápidamente hizo que mi vagina se mojara y comencé a lubricar, era algo inevitable!!!

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Me desabrocho mi jeans y me introdujo la mano por dentro de mis pantis, saco sus dedos mojados y se lo llevo a su boca y luego los metió en la mía y me dijo que hiciera lo mismo, que él quería que yo fuera suya, a lo cual dije que no, porque tengo intenciones de mantenerme virgen hasta los 18 años (ya falta poco) le dije, me pidió que lo dejara chuparme la vagina y yo accedí, me bajo los pantalones y me recosté en su cama, sentí delicioso cuando el comenzó a pasarme la lengua por mi rajita, luego paso a mi clítoris el cual me hizo sentir mucho placer, no podía dejar de moverme, es una sensación que no puedo explicar, algo recorrió mi ser, sentí que mi cuerpo temblaba, no podía parar, comencé a gritar y solo le pedía que siguiera, le decía que me gustaba, yo misma me apretaba mis senos con una mano y con la otra me halaba mi cabello, no sabia que hacer con tanto deseo, confieso que tuve ganas de dejarme coger, pues la sensación era inigualable, acabe en su boca, el se saboreaba los labios con su lengua, me miro y me dijo que eso era un orgasmo, yo me levante sonriendo, lo bese y le chupe la lengua, jamas había sentido tanto placer.

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Me dijo que era mi turno, comencé a mirarlo y vi el enorme bulto que se formaba bajo su pantalón, se lo desabroche y se lo baje, mientras se lo acariciaba con mi mano, entonces pude ver la cosota que guardaba, por mi cabeza muchas veces se me cruzó la idea de hacer esto y por fin llego el momento de volver a sentir con mi mano el tamaño de su pene, ya que la ultima vez estaba muy asustada y no se lo había detallado bien, me acerque tímidamente, estaba muy nerviosa, pero me encantaba lo que estaba pasando, ya lo tenia que casi le explotaba y yo con la boca seca, sabía que si seguía adelante no había retorno, pero eran tantas las ganas que tenia que me arrodille al costado de la cama, quería estar en una buena posición para observar aquel miembro tan grande y negro, tome aire, cuando lo tuve cerca fue algo instintivo, le pasaba la lengua como si fuera una paleta de helado y sin pensarlo me lo metí en la boca y comencé a chuparlo, ese siempre fue mi plan original y me dedique a saborearlo, comencé a lamerlo con más intensidad, me encantaba como sabia, verlo tan duro, se lo apretaba y movía mi mano de arriba hacia abajo, para que lubricara y lo que botaba se lo quitaba con mi lengua, comencé a sentir lo rico del sabor de su fluido, seguían dándome ganas de que me cogiera pero tenía que ser fuerte, estaba super excitada, y muy mojada, le pedí que me tocara la vagina, le lleve la mano, el lo hizo y chupaba sus dedos para saborear, luego olía su mano, me encantaba, había un olor extraordinario, noches eternas que había fantaseado con sentir tal sensación, estaba feliz, jamas había pensado que seria tan rico, esto tenía que ocurrir más seguido.

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Yo seguí chupándoselo y el con sus gemidos me hacía sentir que se lo estaba haciendo bien, me transmitía todo lo que sentía y eso me excitaba y me animaba cada vez más, era demasiado placer el que sentíamos ambos, continuaba mis ganas de que me cogiera, me sentía como poseída, estaba entregada y disfrutando el momento, no podía parar, el me agarro la cabeza y me lo introdujo mas adentro sentí que me llego a la garganta, después de tanto placer, di el siguiente paso, el ya estaba que se venía y quise seguir disfrutando de los placeres y saborear su leche en mi boca, lo masturba con la mano pero tenia mi boca abierta quería sentirlo acabar dentro de mi boca, sus gemidos eran más intensos, me halaba por el cabello, me apretaba, yo sabía lo que se venía, hasta que por fin sentí los chorros de leche ahogarme, la probé, era exquisita….

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Me encanto.