A veces nos dejamos llevar por los sentimientos, hacemos a un lado cosas importantes como la familia, los estudios, las relaciones con otras personas, porque nos enfermamos de querer estar todo el tiempo con la otra persona, se convierte en una dulce obsesión. Esto sobre todo nos pasa en la edad adolescente de nuestra vida, son nuestros padres el mejor de los apoyos para que encontremos respuestas, ya en la edad adulta estas cosas se hacen más comunes, fáciles de afrontar dependiendo de la madurez con la cual veamos el contexto.

Sin duda alguna, hay que estar preparado para la soledad, esos momentos con nosotros mismos, son parte de la naturaleza que debemos disfrutar, no depender de otros es una tarea que es obligado desarrollar. Estar juntos, en una pareja, es hermoso, es el ideal, pero es bueno compartir espacios sin asfixiarse mutuamente, porque la individualidad es lo que nos hace únicos. Esto es, que debe existir respeto para dejar ser a la otra persona, estar a su lado dejando que su vida continúe, además se debe ser fuerte de corazón.

La verdad para esto no existe una receta mágica, muy al contrario la fortaleza se deriva de enfrentar las situaciones que a veces pueden ser difíciles, en lo personal me ha tocado superar fuertes adversidades, pero me declaro sobreviviente de estos males. Puede que el detalle sea querer más, apreciar las cosas que hacemos y no dejarnos por otros, siempre valorando nuestros afectos y retornando al mundo la misma nobleza que recibimos.

Siempre existirán personas que van a querer aprovecharse de ti, algunas mostrando un poco de afecto que quizá no sientan, está en nosotros interpretar esas acciones y valorarnos. Definitivamente, si alguien te quiere a su lado buscará la manera de estarlo, pero si notas que debes forzar sus acciones, es mejor hacerte la idea de retomar un nuevo camino. En una pareja, ambos deben estar dispuestos a dar por el otro, a hacer por el otro, a ser el apoyo que pueda hacer sentir seguridad, respeto y amor. Si no es así, simplemente no fluye la armonía, es de grandes decir adiós, si sólo comparten un proyecto de trabajo es bueno delimitar hasta donde pueden intercambiar actividades, sin confundir amistades con romances o estabilidad que es otra cosa superior.