Quizá parece poco el amor entre nosotros, vamos divagando entre notas guardadas y mensajes de texto, quizá conservamos la esperanza del amor verdadero.

Dice al final de cada noche, tu mensaje sin tiempo:

— ¡Pronto nos encontraremos! —

La luna fue testigo de ese amor que surgió en febrero, que fue creciendo sin prisa, porque en medio de la noche nos acariciamos los miedos, dando pasos con un caminar sereno, que detuvo al mundo ante aquellos besos, porque fue siempre amor del sincero.

La distancia nos ha robado algunos besos, muchos abrazos, los anhelados sueños, pero nuestro encuentro está cercano, sigo pensando que eres todo en este espacio, en este cuento.

Éramos dos ilusionados, somos dos soñadores que se han soltado de la mano, pero que quizá mañana puedan descubrir sus secretos, quizá no sean necesarios tantos esfuerzos, tal vez con solo un poco de tu boca, quizá con sólo uno de mis "te quiero" se vuelva a escribir la historia, para que seamos realidad con un nuevo comienzo.

Porque la vida sigue, porque las ilusiones no se han muerto, simplemente te escribo de respuesta en mi texto:

— ¡Somos dos enamorados y en las notas del alma te llevo! —