La esperanza puesta en Dios - Serie de los Salmos.
¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí.
Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios. Selah
Más tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah
Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí.
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.
La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah
Salmos 3.
Ver Salmos 2
La clave de este salmo es la Esperanza, Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
El salmista entendía muy bien este asunto de la esperanza, sabía que aunque los demás dijeran que no había salvación para él, estaba seguro que su esperanza no era en vano y cuando clamo, Dios respondió su oración pudiendo así contemplar y hacer palpable aquella esperanza de salvación, por esto, finaliza exclamando en el clímax de este cantico ¡La salvación es de Jehová!
En mi país suceden cosas que provocan desistir de todas las cosas, sin embargo, sin importar las cosas que sucedan en tu vida, espera en tu Señor, cuando sientas que no puedas más, recobra fuerzas en tu Señor. “No temeré a diez millares de gente” porque Dios está contigo. Espera en Dios y confía en él, no te fallara, él siempre está atento a la oración de los que le aman.