DE DÓNDE VIENE EL CIUDADANO, Y A QUIÉN ELIGE: El Colectivo y su Criterio | La Familia de Siomara

Por SIOMARA SALMERÓN

Mi familia tiene una lista considerable de seres humanos longevos, y aunque ignoro la causa concreta fisiológica, cultural y filosófica de esa realidad, sí he logrado inferir el carácter vital implícito en su concepción del concepto “sustentabilidad”. La contemplación de los hábitos de una persona puede permitirnos apreciar externamente las bases de su calidad de vida, y observando a la familia de mi abuela puede uno ver que, con el modo de nombrar a las cosas, por ejemplo, y su manera de derivar ellas en acciones –compras, orden, cocina–, todos los principios siempre vuelven a empezar, y justamente a eso me refiero, a...

la sostenibilidad de los procesos...

... como el ciclo del agua, que nunca termina. Quiero decir, mi abuela aún a los 79 años, su difunta madre a los 90, parecen aún estar recibiendo algo de lo que años atrás ya habían dejado de hacer: trabajar, tertuliar, hermanarse, cultivarse, criar,… Y es así como entendí que tiene uno que cubrir todos los espacios de afuera con retazos de uno mismo. Y me encontré hace poco con la ‘teoría del todo’, que aunque expone una perspectiva cuántica de la vida, define más filosófica que matemáticamente el fenómeno de la predicción. Digo que tendrían que leer un poco al respecto, porque la realidad, detrás del abstracto conjunto de ideas para bosquejar la hipótesis, es que...

la vida se desarrolla de manera cíclica...

... lo que significa que una acción no solo tuvo un motivo, sino que generará determinadas consecuencias. Viéndolo desde un punto de vista ordinario, si te alimentas para estar saludable, no solo significa que gozarás de buena salud, sino que probablemente los diferentes caminos que debas tomar en tu vida llevarán entre sus objetivos el fortalecimiento de tu vitalidad, desde la nutrición, la expresión, hasta el propio modo de pensar.

Así es identificable una dinámica cíclica: sucesiones de pensamientos, acciones
y hábitos con base en tu crianza que podrían además ser heredables.

Y justo cuando se encuentra uno sacando cuenta de cómo se tiene que organizar en la vida para alcanzar determinada meta, se encuentra con que se debe extender el interior hacia afuera, del mismo modo que el exterior llega adentro. Todo esto llevado a que muchas de las circunstancias sociales de nuestro país, hoy, derivan de lo profunda e inconscientemente fundada forma en que se manifiesta nuestra individualidad (modo de superarnos, definirnos, comunicarnos,…):

hemos fabricado al conjunto social, al colectivo. NOSOTROS somos la suma de sus partes, TODAS.

Arte urbano. Cumaná, estado Sucre. Venezuela // Fuente: Personal

Algo que me ha sido inevitable observar es la dificultad que tiene un adulto, que ya ha hecho su vida, de cambiar su mentalidad. Nuestra tradición sugiere que por haber perdido la capacidad, o sea, que “viejo no aprende”. Yo creo más bien que tiene que ver con la cadena de decisiones que fue asumiendo, -a qué se atrevió o se abstuvo-, que se fueron sumando a sus circunstancias, decisiones basadas en expectativas, ideales personales o sociales, sueños o convencionalismos en fin. Hay un texto (El Poder del Pesanmiento de Annie Besant) que me ayudó mucho a comprender que la parte mental del ser posee distintas caras, que en filosofía se llaman “Yoes”, refiriéndose a las distintas versiones de nosotros según el contexto en el que nos encontramos.

Es nuestra naturaleza crear una personalidad, digamos, complementaria a las de las personas con quienes interactuamos.

Ésta es una de las principales razones por las cuales un padre de cincuenta y tantos años difícilmente va a detenerse a re-crearse a sí mismo, puesto que ha ido relacionándose –amistosa, amorosa, laboralmente– y ha adquirido en la misma medida deberes en cada uno de esos vínculos, además de encontrarse viviendo toda la dinámica natural, cíclica, expansiva, que resulta de las ligaduras sociales. Esto significa, que a su edad nadie lo convencerá de estar equivocado, porque para él, después de tantos años simplemente sus acciones hablan por sí mismas, aunque nosotros sepamos que en muchos casos estén equivocados.

Lo que nadie nos dijo...

... y seguramente a ellos tampoco, es que estas imágenes que creamos y creemos proyectar a los demás en cualquier área de nuestras vidas, no necesariamente son lo que el exterior percibe o quiénes somos realmente, ni nuestra versión más eficiente. Ese pequeño detalle ocasiona una serie de consecuencias inconscientes que van formando nuestras experiencias y manera de vivir, haciéndonos, entre otras cosas, repetir patrones que no hemos realmente elegido, pero que hemos creado por atender más a la ilusión que fabricamos para poder...

... desenvolvernos más cómodamente en un mundo que demanda de nosotros mucho de lo que no queremos, mientras reprimimos otro tanto que nos hacen creer no nos pertenece y no necesita de nosotros.

Al final, todo este juego de condicionamientos en que resulta la influencia social afecta, obviamente, cómo miramos y porqué juzgamos también a los demás, y así formamos, básicamente, nuestros CRITERIOS DE ELEGIBILIDAD.

De cualquier manera, en la adultez la palabra clave es la identidad, y éste es un concepto que involucra una serie de elementos: preferencias, ambiente, amistades,…

El exterior está activamente influyéndonos, y así también moldeando nuestros instintos de escogencia.

Marzo, 2017.

Previamente publicado en mi blog de Tumblr >> (VER AQUÍ)

Fuente: Mintur.gob.ve
Artículo "Hoy la Primogénita del Continente, Cumaná, cumple 500 años"