El juego de la vida.

Podemos tirar los dados y sellar la suerte que nuestros sueños permiten,
podemos jugar la vida cuando elegimos la palabra exacta
para abrir el corazón a un mundo de ilusiones,
momentos que alimentan el nacimiento de una nueva familia.

Quizás el azar nos impregnó con ese perfume que nos aturde
en las horas de soledad y nos prepara para el nuevo juego,
en una ruleta que va vaciando las oportunidades,
quizás podamos salir con los bolsillos llenos o las manos vacías.

Hay que enfrentar los miedos frente a esa mirada llena de preguntas.
Podemos dejar las cartas sobre la mesa, para aclarar:
¿Dónde están las palabras prometidas para la lucha, para los sueños,
las que nos identifican, las que bifurcan o unen caminos?

Siempre escondemos un as bajo la manga, porque las derrotas acechan,
la vida va en esas palabras, con ellas, arrastramos risas y llantos,
levantamos la copa o bajamos la mirada, nos jugamos el abismo,
Así, tiramos las cartas para ver el tardío augurio, el destino jugado.

_{Imagenes de portada: Poker // Hombre // silueta de mujer // Separadores verticales
Imagenes editadas con PowerPoint y PhotoScape}