Estos poemas también forman parte del poemario "Del fuego de los días"

Fuente

_{A Carmen Sánchez Guillén. (poetisa guanareña)}

A veces me hundo
entre la tarde.
Entre el calor de un pueblo de sol.
A veces actúo.
La gente ríe,
mira.
Espera que uno levante el brazo,
pero solo luna y sol muchas veces.
Quizás,
me ahogue entre sus risas.
El ruido a mis espaldas
se extiende
por mis tesoros.

La calma es un subterfugio,
un caso de sortilegio.
Mi mujer habla de errores al azar.
con las palabras no se juega,
menos,
si el viento atesora lides y traiciones.
¡Ah! esta última palabra es el puñal
que penetra la calma.
Mi madre esconde el tesoro de la desdicha,
juega a ser feliz.
Yo, el bueno para nada
he aprendido a jugar.

Fuente

.
A veces amarga,
descobija sonrisas.
Tome mi copa,
en la barra la mirada.
Déjela allí
la recogerán con el trasnocho,
sepultada en el abismo de algún transeúnte.
No hay tiempo para disculpas,
tome mi copa.
Lleva el delito embriagado,
le puede saber a cuchillos.
También las palabras se rompen,
no enlute el momento.
He ahí la calle,
la
c
a
í
d
a,
así lo sabrán,
los huesos lloran,
la piel…
Es la vida,
no apure el trago.

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