Creo que la lectura de textos distópicos nos da ese "golpe" necesario que ayuda a reflexionar sobre problemas sociales (actuales y potenciales), nos baja de la nube en la que andemos, o bien nos refuerza el pensamiento crítico si ya tenemos los pies bien plantados en la realidad. Recientemente leí de Orwel "Rebelión en la Granja", otro cruda reflexión que sigue vigente... como si hubiese sido escrita hace pocos años. Cada capítulo me hacía comparar y pensar mucho en todo lo que actualmente vivimos; así como le ha pasado a la mayoría que ha leído 1984. Me dejas ansiosa por tu próxima publicación, es un libro que me gustó mucho. Saludos @elinderzambrano