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Desde el año 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la resolución que declara el 2 de abril como Día Mundial de la Conciencia sobre el Autismo. Con este hecho se exalta la necesidad de aunar esfuerzos para mejor la calidad de vida de estas personas, al reconocerlos como ciudadanos con todos los derechos y deberes a que están sujetos, según la sociedad a la que pertenecen.

Hoy, al celebrarse un año más de esa declaración, quise hacer este pequeño homenaje a Ángel Rivière, luchador incansable que dedicó gran parte de su vida a investigar para brindar apoyo a las personas con trastorno de espectro autista (TEA) y a sus familias.

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Con apenas 50 años, un 12 de abril del 2000, sorpresivamente, dejó este plano existencial. Desde entonces, el mundo del autismo ha lamentado profundamente su pérdida.

Doctor en psicología, catedrático, presidente de una Fundación que lleva su nombre, dedicada a la investigación en el campo de los TEA, investigador incansable, autor de un sólido legado bibliográfico.

Fuente Ángel Rivière.

Entre sus obras están:

La Psicología de Vigotsky (1984). Razonamiento y Representación (1985). El Sujeto de la Psicología Cognitiva (1987). Objetos con Mente (1991). Psicología del Lenguaje, Investigación y Teoría (1992). La Mirada Mental (1996) con M. Núñez. El Tratamiento del Autismo (1997). El Niño Pequeño Autista (2000). Diálogos sobre Psicología: de los cómputos mentales a los significados de la conciencia, Vól. I. (2003). Lenguaje, Simbolización y Alteraciones del Desarrollo (2003).

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Con respecto al trabajo que quiero dejar señalado sobre Ángel Rivière, primero debo mencionar que la doctora Lorna Wing, publicó una investigación donde estableció cuatro dimensiones alteradas en los TEA. Éstas son:

(1)Trastorno en las capacidades de comunicación social (verbal o no verbal)
(2) Trastorno en las capacidades de reconocimiento social
(3) Trastorno en las destrezas de imaginación y comprensión social. (Estas tres dimensiones definen la "Triada de Wing ")
(4) y patrones repetitivos de actividad.
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Además, Lorna Wing, se refirió a funciones psicológicas, como el lenguaje, las respuestas a estímulos sensoriales, la coordinación motora y las capacidades cognitivas.

Para ninguna de estas dimensiones estableció niveles de compromiso específicos.

Rivière profundiza en este tema y aumenta las dimensiones de cuatro, a doce; pero además, dada su gran capacidad de reflexión y análisis; señala, para cada una de ellas, cuatro niveles de severidad, que se desplazan desde mayor compromiso a menor compromiso.

El nivel 1 caracteriza a las personas con un trastorno más severo, niveles cognitivos más bajos, personas que no han recibido un tratamiento adecuado o, por lo general, personas de corta edad; y el nivel 4 caracteriza a las personas con trastornos menos severos, definiendo muy bien a las personas que presentan Síndrome de Asperger.

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Las siguientes dimensiones fueron definidas por Ángel Rivière para describir cómo son estas limitaciones en los TEA. Al momento de realizar esta publicación, aún se hablaba de una clasificación donde se incluía el Síndrome de Asperger, el cual está representado por el nivel 4.

La siguiente tabla es un resumen que realicé de estas dimensiones. Son imágenes que pertenecen a mi archivo de trabajo.

¿Conocer estas Dimensiones y cómo están afectadas en las personas con TEA, de qué sirve?

Siempre les hago esta referencia: la teoría sobre los TEA la podemos encontrar en cualquier texto; pero al niño siempre hay que re-conocerlo. Bien, precisamente este es el camino que nos dejó Rivière para hacerlo posible.

Esta sintomatología son las que, esencialmente,orientan las estrategias para la acción educativa que se debe emplear, según sean las características del espectro de cada persona.

Otra de las ventajas de este trabajo la expresa Lorna Wing, cuando dice que:

En la práctica clínica, cuanto más se ven estos trastornos, más parece que es posible cualquier combinación de rasgos. Algunas combinaciones son más probables que otras, pero no hay reglas absolutas. Las fronteras son siempre difíciles de definir.
Por todas estas razones, desde el punto de vista de ayudar a la persona en cuestión, es de poco valor el gastar el tiempo en asignarlos a un subgrupo. La principal tarea clínica es decidir si tienen un trastorno del espectro autista y después evaluar su patrón de capacidades.

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Reconocer que Ángel Rivière fue una figura clave que impulsó investigaciones importantes en el área para beneficiar la educación, como proceso de vida, a la que tienen derecho las personas con TEA, es un excelente motivo para celebrar este día.

Sirva esta fecha para dar a conocer y divulgar su trabajo.

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