Siempre dije como amante orgulloso que soy de mi lar, que si en algún momento todos nos tuviésemos que ir, quería ser yo quien apagara la luz. Hoy siento que a pesar de no ser el último en salir, esa luz se ha ido apagando dentro de mí ya desde hace tiempo.
Cuanta nostalgia y tristeza me producen estas lineas. Una reflexión con la que muchos, de una manera u otra nos podemos sentir identificados. Partir o ver partir a otros nunca es fácil.
si amiga, una tristeza absoluta, tan granítica que rompe todos los huesos en un sólo impacto... un abrazo