"El curandero" -- Concurso de Microrrelatos de Terror #MicroTerror256 - Semana 4 - El ente.

  «Hace tiempo que me hablaron de un doctor, bueno, doctor o curandero; no sabría decidirme en cuanto a terminología. Vive cerca de Santa Clara, Panamá, en una casita de madera junto al río Majagual. Hacia allí me dirijo, pues parece que la medicina occidental no podrá hacer ya mucho por mí.

Clara, te pido que no vengas a buscarme, para cuando estés leyendo esto ya debería haber pasado una semana desde mi partida, y ya deberé haberme encontrado con el doctor. Por favor, quédate en casa y mantén a flote el restaurante. Si esto sale bien pronto estaré de vuelta y todo volverá a ser como antes. Ya sabes que para mí la noche siempre fue un entorno muy espeso. Necesito poder dormir.

Te quiero.»

Clara dobló el papel en un hondo suspiro, humedecidos los dos por el fluir salado de sus ojos. Llevaba días desquiciada, desde que Theo desapareció sin previo aviso. Al menos esta carta suponía un pequeño descanso: su marido marchó por voluntad propia. Estaba bien pero, ¿por qué no dejó que ella le acompañara? Podían haber hecho este viaje juntos.

  - ¡Theo estás aquí! Creía que… –apenas se había secado los ojos tras leer la carta. Su marido estaba frente a ella, parecía cambiado. Imponente.

  - Pude ver al curandero después de que mi avión se estrellara, él sabía de mi visita. No sobreviví a eso… pero ahora tengo que llevarte conmigo. –y la figura del hombre se expandió sobre ella, quedando en la habitación sólo la carta. Nadie más.