Carta de un joven a su antiguo profesor de literaruta (parte 1) - **sobre Teatro del Absurdo**

in #spanish7 years ago (edited)

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                                                                                       Cáceres, Mayo de 2003

Estimado Don Mendo:  

Un camino en el campo al anochecer, con un árbol.   

Se nos sitúa ante esta escena simplista, la cual durará toda la obra. El mismo camino, el mismo campo, el mismo árbol. Dos personajes y una sola situación: esperar a Godot.   

Vladimir y Estragón se encuentran en dicho camino porque tienen una cita con un tal Godot, de quien no sabemos nada. Mientras el tiempo pasa ellos esperan, por el camino aparecerán Lucky y Pozzo, quienes hacen compañía a la primera pareja durante un rato, hasta que se marchan. El día acaba y aparece un muchacho que les anuncia que Godot no vendrá hoy, sí seguramente mañana. Al día siguiente la misma situación, los mismos protagonistas y el mismo desenlace. En realidad, no pasa nada relevante en toda la obra, es… absurda.  

Este libro es muy diferente a los que usted me aconsejaba leer cuando todavía era su alumno. No quiero decir que aquellos libros no fueran divertidos, gratificantes y algunos de incluso espléndidos (me refiero a grandes textos de la literatura universal como “el quijote”, “Ensayo sobre la ceguera” o “La historia interminable”), lo fueron. Usted siempre defendía una literatura de renombre, coherente, casi científica. En esta carta me gustaría decirle que lo absurdo, lo incoherente, incongruente y… sí, tal vez hermético es verdaderamente genial y divertido. He leído Esperando a Godot dos veces y, en las dos ocasiones, e reído una y otra vez ante lo absurdo y ridículo de las situaciones. Como en un momento en el que se encuentran todos los personajes en escena y…  


Pozzo: ¿Quién de los dos huele tan mal? 
Estragón: A él le huele el aliento, a mí, los pies. 
Pozzo: Voy a dejarles. 
Estragón: ¿Y su canalla? 
Pozzo: La habré dejado en el castillo. 
Estragón: Entonces, adiós. 
Pozzo: Adiós. 
Vladimir: Adiós. 
Estragón: Adiós. (Silenció. Nadie se mueve) 
Vladimir: Adiós. 
Pozzo: Adiós. 
Estragón: Adiós. (Silencio.) 
Pozzo: Y gracias. 
Vladimir: Gracias a usted. 
Pozzo: No hay de qué. 
Estragón: Claro que sí. 
Pozzo: Claro que no. 
Vladimir: Claro que sí. 
Estragón: Claro que no. (Silencio.) 
Pozzo: No consigo… (Duda.)… marcharme. 
Estragón: Así es la vida. 

                                                                                

¿No es gracioso? Claro que sí, lo absurdo de la situación lo hace gracioso. Una obra en la que no hay una trama convencional, una serie de acontecimientos que desarrollen la estructura como hasta este libro se conocía, con su presentación, nudo y desenlace; una obra que no tiene en realidad ni principio ni final, cuya estructura es cíclica, que empieza y acaba de la misma forma y que, en cierto modo, es atemporal. Una obra así hace que lo absurdo, el humor absurdo tenga un éxito rotundo y rompedor no sólo en lo que se refiere a mí mismo, a mi propia opinión, si no en todo el mundo. De hecho, antes del año de su estreno en París, una treintena de teatros lo incluían en su repertorio en Alemania y, a los tres años de dicho estreno, la obra fue traducida a treintas idiomas, entre ellos el español.  

Déjeme que le muestre otra escena sumamente graciosa:


(Se oye un grito terrible, muy cerca. Estragón suelta la Zanahoria. Permanecen inmóviles, luego se precipitan hacia bastidores. Estragón se detiene a medio camino, vuelve sobre sus pasos, recoge la zanahoria, se la mete en el bolsillo, va hacia Vladimir que le espera, se detiene de nuevo, vuelve sobre sus pasos, recoge su zapato, después corre a reunirse con Vladimir. Muy juntos, la cabeza sobre los hombros, dan la espalda al peligro; esperan…)  


En cuanto a los personajes, primero están Vladimir y Estragón: son un par de mendigos que pasan el rato y, según dicen en la primera frase de la obra… “No hay nada que hacer”. Pasan el día mientras esperan a Godot buscando temas de conversación, algo para matar el tiempo… dialogan mostrándonos lo ridículas que pueden llegar a ser las conversaciones y situaciones humanas:   


Vladimir: … Y ahora, ¿qué hacemos? 
Estragón: Esperamos. 
Vladimir: Sí, ¿pero mientras esperamos? 
Estragón: ¿Y si nos ahorcáramos? 
Vladimir: Sería un buen medio para que se nos pusiera tiesa.  


Estos personajes tienen una relación de protección, se preocupan el uno por otro, llevan muchos años juntos y en cierto modo se complementan. Sin grandes eventos que afrontar, adquieren un carisma especial precisamente por sus diálogos. Tengo que decir que la fuerza de esta obra, para mí, radica en los diálogos a priori sin sentido que nos vamos encontrando, y que estos diálogos convierten a los personajes en seres entrañables.  


(Estragón se duerme. Vladimir se quita la chaqueta y le cubre los hombros, luego empieza a andar de un lado para otro flexionando los brazos para calentarse. Estragón se despierta sobresaltado, se levanta, da algunos pasos inconscientes. Vladimir corre hacia él, lo rodea con un brazo.) 
Vladimir: Aquí… aquí… estoy aquí… no temas. 
Estragón: ¡Ah! Vladimir: Aquí… aquí… ya pasó. 
Estragón: Me caía 
Vladimir: Ya pasó. No pienses más en ello.


Don Mendo, su profesor - Fuente de la imagen 


... continuará.


Esta es la primera de una serie de tres partes. Podréis leer cómo continúa en los próximos días.

Esta carta está inspirada en las lecturas de Esperando a Godot, del afamado premio Nobel Samuel Beckett. Quiero decir que éste es mi autor favorito en teatro desde que leí por primera vez alguno de sus geniales textos y ésta es mi manera de acercároslo.

Si quieres saber más de este autor, haz click aquí. También puedes leer otras de mis publicaciones visitando mi blog.


El texto usado en este formato son extracciones de dicha obra.

¡Un saludo a todos!


Sort:  

Se ve muy interesante me voy a leer las otras partes. Saludos @salvao :)

Muy bien, @salvao. Espero la continuación.
¿Sabes? De adolescente disfruté enormemente La cantante calva . Tu post me recordó eso y el hecho de que nunca supe por qué me gustaba tanto.

Ionesco. Hace no mucho estuve en Córdoba (España) viendo una propuesta de "La cantante calva" que hacían los chavales de la ESAD de allí. Un texto muy bueno.
Me alegra que te haya gustado y removido de alguna forma. Un saludo!!

Esto es probablemente, lo más absurdo que hoy leí; y como todo lo absurdo, reí sin motivo alguno, basado en los motivos puestos aquí.

A mi me encanta "Esperando a Godot", no es mi favorita pero casi, o sí... no sé, jajaja

Este post ha sido seleccionado para nuestro reporte y promoción ante toda la comunidad de steemit, puedes verlo acá -> Post Votados - Proyecto @curacion

Gracias por usar la etiqueta "curacion"

Genial, muchas gracias!!

¡Me gustó! El chat fue buena idea, gracia a este termine en este post. Espero siguiente parte.

Saludos @salvao.

Que bien que te gustara, yo también creo que el nuevo chat puede ser muy interesante. Para compartir, apoyar, ayudar, crecer, encontrar... La siguiente la tendré mañana!!
Un saludo @frida.kahlo.

Esta obra es un claro ejemplo de lo que conocemos como humor surrealista ¿no? y por alguna extraña razón tenemos la naturaleza de caer ante ello, incluyéndome, es increíble que me haya carcajeado leyendo sus interminables guiones. Ahora bien, espero con ansias la segunda parte.

Muy buenas, más tarde tendré la segunda parte lista!!
No es surrealismo, el teatro del absurdo es una vanguardia diferente, aunque prácticamente paralela en el tiempo. El absurdo es un aparente sinsentido que encierra lo más básico y con el mayor sentido de la humanidad.
En surrealismo te recomiendo a Fernando Arrabal, "Fando y Lis" por ejemplo.
Un saludo y gracias por leer!!

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