Mi mayor temor, el miedo al Fracaso.

Sé que no soy la única que ha atravesado por esta situación, de hecho, este es el mayor miedo de toda persona, y es que a medida que pasa el tiempo y cada vez más la edad de la adultez se consolidad, los sueños que en algún momento tuve van desapareciendo, sé que aparecerán otros nuevos, pero… ¿Y el deseo y la satisfacción del anterior? No quiero llegar a una edad en la que solo vea hacia atrás y no haya hecho nada con mi vida, ¿dónde queda la relevancia?, Y con esto no me refiero a la fama o dejar un gran impacto en el mundo; en la sociedad, si no en mi vida, ya que cuando uno envejece solo quedan los recuerdos, aquellos que alimentan el alma, que te ofrecen felicidad y satisfacción plena. Deseo sentir ello y no arrepentirme de esto, pero también tengo miedo al fracaso y es que al parecer cada cosa que he amado no soy lo suficiente para ello, a veces la disciplina es importante para lograr el éxito, pero no lo es todo, se necesita talento, magia, ¿Suerte? Quizás… Y la impotencia que da esto al no poseer una de las anteriores es realmente decepcionante.

– Pero entonces... ¡¿Por qué no intentas con algo más, algo en la que tus aptitudes concuerden con ello?!.

Una respuesta que he escuchado muchísimas veces y lo he aplicado, lo he intentado, lo he llevado a la práctica, pero no me llenan, quizás sí al corto plazo, pero solo es una sensación momentánea, más de lo que debería, la que tenemos todo al comenzar algo nuevo. Y acá es donde comienza mi miedo al fracaso, terminar haciendo algo que no me gusta, que no llene pasar mis días sin emociones, solo porque lo que realmente si lo hace no soy suficiente para ello, no cumplo con sus exigencias. No quiero ser alguien más del montón.