Ojalá que te mueras, desde que partiste parece mentira, pero no te has atrevido a atravesar esa puerta, ni siquiera me has enviado un texto, no me atrevo a enviártelo yo para no parecer fastidiosa pero ya ni me aparece tu foto de perfil. ¡Te odio! Si, te odio por haberme abandonado, pero ¿sabes algo?, extraño tanto el hecho de estar contigo que toda esa furia, ira e impotencia que llevo dentro de mí, me hace recordar cuanto te amo, y que la verdad es que me duele no tenerte aquí.

Aún no puedo superar el shock que me causo el haberte perdido, no puedo concentrarme, ni tengo energía, estoy paralizada, aturdida, cansada, con las emociones y sentimientos anestesiados, dormidos. Aunque mi actitud y comportamiento ciertas veces podría interpretarse como de serenidad o tranquilidad, realmente siento que me desmorono toda todita toda, cuando me doy cuenta de la realidad, de la cruel realidad.

Estoy en negación, no renuncio a la esperanza de que vas a volver porque creo que esto no ha ocurrido. Hoy solo puedo pensar en tu pérdida y me siento paralizada por el miedo, por el miedo a perder el control de mí y no poder concentrarme nunca más, miedo a volverme loca, a lo desconocido, al futuro. Estoy emocionalmente desorganizada, me siento sola, vacía y triste, desesperada, desamparada y totalmente llena de desolación, lo peor es que la idea de suicidio no es infrecuente, es por ello que hoy abro la tierra y te hundes en ella, ojalá yo te olvide, ojalá que te mueras.

Hoy las puertas del cielo cierran con tu llegada, no eres bienvenido ahí, y sí, estoy llena de resentimiento, de enojo, de cólera, el llanto y la desolación me cegaron, ojalá algún día te humillen como tú me humillaste a mí, que te lastimen tanto como pueden y que eso te lleve al infierno, que vivas en un eterno llanto de desesperación del cual nunca jamás puedas salir.

¿Por qué tenías que decirme tantas mentiras, tantas falsedades?, ¿no te dolía tener presente que mientras yo creía y apostaba a ti, tú falsedad era lo único que obtenía de ti?, ¿tanto te costaba ser sincero y hablarme con la verdad, como yo siempre lo hice?, ¿de verdad era tan difícil no hacerme sufrir de esta manera?, ¿lo disfrutabas, te gustaba?, ¿será que te has divertido todo este tiempo sabiendo cuánto he sufrido?, ¡cobarde! si, eres un completo cobarde.

Mi hogar era tu corazón es por ello que hoy siento como si ni hogar tuviese, si es que aun tienes algo de corazón pues deseo entonces que se te claven las espinas más grandes que puedan existir en este mundo y así te mueras. Ojalá cuando me recuerdes tengas pesadillas y no puedas comer, dormir, ni mucho menos vivir. Si, no dejan de ser difícil la cantidad de sensaciones que siento con tantos sentimientos malos encontrados, quisiera llegar a la fase donde me sienta liberada de ti, de la esclavitud que tu toxico y podrido amor me dejo. Si, sé que no debo odiarte porque es un sentimiento muy despreciable, pero es que no puedo olvidar lo que me hiciste por más que lo intente, ojalá que te mueras cuando tu mundo se quede tan vació como quedo el mío con tu abandono, ojala que te mueras cuando cada lagrima derramada por ti te queme lenta y profundamente toda tu miserable vida.

Desde hoy declaro que te será imposible conseguir la paz, la calma, desde hoy solo tendrás mortificaciones, tormentos, desgracias y tu vida, mundo y ser giraran únicamente entorno al dolor y sufrimiento. Desde hoy pido y deseo que… ¡Ojalá que te mueras!