Primer concurso #Cuatrocuentos: ¿Qué coño pasa aquí? / ... el otro lado del río.
Moussa le pidió que se calmara, que dejara de estar buscando la quinta pata al gato, que ya todo estaba arreglado y pagado para zarpar en la madrugada, en el bote de Ousmane, hasta Mauritania.
Ya no era momento de arrepentimientos ni de dudas, especialmente por lo que habían vivido hace un par de días, cuando la policía de Tambacounda los amenazó con ponerlos presos, si descubrían que ellos mantenían relaciones homosexuales. Delito condenado por las leyes de Senegal, según el artículo 319 del código penal con cinco años de prisión y una multa de 2.300 euros, además corrían ahora con el peligro del linchamiento colectivo por vecinos de la comunidad.
Hace un mes, Abdoulaye había visitado en Touba, a su tío Cheikh, famoso astrónomo local y único lector de cartas del tarot en toda Senegal, y este le había advertido que si intentaban huir en el mes de noviembre por el río Koulountou, durante el paso del asteroide TB145, no se volverían a ver más, porque la zona oscura donde habitan los demonios zangbetos, se abriría y arrastrarían todas las almas al mundo del averno.
Moussa se burló de las supercherías de su novio Abdoulaye, le advirtió que cuando llegaran a España, iba a tener que olvidarse de todas esas creencias salvajes y dejarlas colgando hasta sangrar, en el muro de Melilla. Qué ya habían invertido todo el dinero en ese viaje, como para estar escuchando tantas idioteces.
Abdoulaye se enojó con furia, se fueron a las manos, se insultaron y terminaron diciéndose cosas tan hirientes, que por media hora, solo se escuchó el bramido inusual del río Koulountou, que anunciaba el fin absoluto de todo lo conocido.
Abdoulaye rompió el silencio y le susurró al oído izquierdo de Moussa, que había olvidado comprar el vino, para brindar por sus vidas futuras en España.
Moussa se sintió perdonado y lo besó como nunca lo había besado. Por sus cabezas no pasaba ese juego del destino, no sospechaban que ese sería el último beso.
Moussa, entusiasmado, salió a comprar el vino en la pequeña tienda de Ousmane, sabiendo que nadie, en toda Tambacounda, había visto una botella de esa exquisitez. Con toda seguridad compraría un par de botellas de cervezas “La Gazelle” y eso sería suficiente.
Mientras cruzaba el Koulountou en un pequeño bote artesanal, la figura de una enorme calavera comenzó a reflejarse en el agua. Moussa sintió miedo y le pareció ver en otra orilla, a un grupo de zangbetos danzando con lanzas antiguas mientras sonaban castañuelas. Miró al cielo enrojecido de noche y reconoció ese enorme punto de luz descrito mil veces por Abdoulaye y de repente, todo lucía como la última noche de los Tiranosaurios Rex, hace apenas 65 millones de años.
Bañado de miedo, Moussa descubriría que la otra orilla, era la misma orilla, pero diferente. Al principio creyó que remaba en círculos y que había llegado de nuevo, al punto de partida. Pero se dio cuenta, al observar detalladamente, que su casa estaba ahora en ambas riberas.
La garganta se le secó, sus piernas se paralizaron y el rostro de la muerte tenía ahora las dimensiones de la luna.
Decidió hacer lo que tenía que hacer, lo que haría toda persona sensata, si el universo lo traicionara… regresó a su casa para refugiarse dentro de las paredes del hogar.
Moussa quedó paralizado cuando escuchó su voz discutiendo con Abdoulaye, fue una sensación muy extraña que le causó un frío temblor por todo el cuerpo. Al asomarse por la ventana, se presenció muriéndose sin ninguna explicación.
Vio cuando Abdoulaye tomaba una lanza tribal y le atravesaba su corazón entre llantos y súplicas.
Moussa gritó por dentro y corrió hacia el bote, no siendo él y siendo él al mismo tiempo.
Sangraba por la nariz, mientras remaba hacia la otra orilla que era la misma orilla.
Presenció, de nuevo, la discusión con su novio, pero esta vez la discusión era más insultante, más hiriente, más degradante.
Al asomarse por la ventana, no se sorprendió al verse con la lanza tribal en la mano… y era él quien ahora le atravesaba el corazón a Abdoulaye, era él quien le bebía su sangre y aullaba como una bestia.
De pronto fue Moussa quien se percató que Moussa lo miraba a través de la ventana y se sintió descubierto, se sintió indefenso… y corrió hacia el río…
Moussa abrió la puerta de la casa y gritó con sangre en ambas manos:
- Te amo Abdoulaye, te amo, perdóname por haberte asesinado-
El Koulountou lucía como un espejo nocturno, la luz de la calavera era casi semejante a la del sol, tanto… que las aves de la mañana salieron confundidas para anunciar, no el amanecer, si no la muerte.
Moussa remó hasta la embarcación de Ousmane y al subirse al bote, se dio cuenta que ya no era físicamente Moussa, que su rostro era idéntico al de Abdoulaye.
En pocos segundos, el río creció y creció y creció hasta desaparecer entre sus aguas, ambas casas…y todas las casas y casi todo Tambacounda, desapareció por el diluvio ocasionado por la proximidad del asteroide calavera, TB145.
Quizás Abdoulaye llegó a Melilla, después de un largo viaje a través del Sahara, cruzó el muro y ahora vive en un barrio de Madrid,
quizás Moussa se retomó en Moussa y fue tragado por las aguas del Koulountou,
quizás todavía sigue buscando una botella de vino por toda Senegal,
quizás Abdoulaye nunca lo besó y jamás planificaron huir a España,
quizás la policía de Tambacounda los capturó y ahora pagan una condena por crímenes de homosexualidad en alguna mazmorra de Dakar,
quizás ambos están felices cruzando Mauritania, planificando sus vidas futuras,
quizás todo ocurre simultáneamente en universos paralelos.
El asteroide TB145 se alejó de la tierra para siempre, pero en muchos lugares del planeta, la vida ya no sería la misma, aunque lo parezca.
Los demonios zangbetos no regresaron al averno.
RUBÉN DARÍO GIL
Para participar en el concurso, entre al siguiente link
https://steemit.com/spanish/@steemitficcion/primer-concurso-4cuentos-que-cono-pasa-aqui
Otras fuentes fotográficas:
Pues, no entendí nada. Me parece más una pesadilla. Esa gente se fueron a las manos por una tontería. Yo con un novio violento, no lo acompaño ni a la esquina. ¡Pero bueno! y hoy amanecí escribiendo en rima jajajajja
No me gustan los cuentos crueles y con finales tristes. Si lo que quería era arrugar mi corazón, pues lo hizo. Injusto, muy injusto.
Por cierto, los demonios zangbetos no regresaron al averno, porque están ocupados destruyendo a Venezuela.
Sí, esos demonios visten de rojo, devoran países, aniquilan las almas-
¡Wow! Estoy impactada con este relato. Excelente, muy bueno. Te deseo toda la suerte para el concurso, @rubendariogil.
Gracias por el deseo y tu comentario sobre el cuento. Pasé días leyendo sobre esas locaciones de Senegal, buscando nombres, leyendo entrevistas, aprendiendo sobre la homosexualidad en ese país y por supuesto, sobre mundos paralelos.
Entregué el cuento en la rayita, veremos si les gusta a los patrocinadores del concurso.
Me alegra mucho que hayas ganado el concurso @rubendariogil. Felicitaciones, muchas felicitaciones para ti, amigo.
Excelente cuento, @rubendariogil. Además de cumplir con las condiciones del concurso, lo enriqueces con esa visión de denuncia de la homofobia, además de situarlo en una región poco conocida entre nosotros. Tanto el conflicto como el ambiente están muy bien tratados, y me pareció muy significativo ese final. ¡Suerte en concurso! Saludos.
Este cuento me tomó días, tuve que investigar mucho sobre Senegal, geografía... los nombres que llevan los personajes son nombres reales senegalies... hasta el nombre de la cerveza...
Le puse mucho corazón a la historia.
Gracias por leerlo
Quizas sea uno de los pocos que comprende el magnifico trabajo que acabas de hacer. Excelente simplemente la ENORME APOLOGIA que haces de " A LA DERIVA", y aunque solo conozco la sinopsis de tu obra, te agradezco seguramente en nombre de todos tus seguidores porque entregarnos esta especie de "extra" a tu obra. Muchas gracias Ruben, la verdad me ha gustado mucho el relato y el hermoso trabajo que haces. Es sumamente artístico!.
Por cierto te he dado mi voto aquí y en el concurso también hermano!.
Reinaldo, aprecio tu solidaridad y lo que ves más allá de lo que ven lo otros.
Los que vivimos en Venezuela sabemos lo que es vivir en el ilógico mundo de la destrucción y estar... a la deriva.
Lo mejor de este cuento es que esta contado con el estilo africano de contar historias. Es magnifico
¡Mucha suerte en el concurso!
Gracias por apreciar ese detalle, fueron muchos días de investigación. Eso incluyeron todos los datos reales de Senegal, los personajes y los detalles de la historia...
Puedo decirte que ese cuento fue toda una experiencia humana...
¡Felicitaciones, @rubendariogil! Acabo de enterarme de que eres el ganador del concurso de @steemit.ficcion, 4cuentos "¡Qué coño pasa aquí!". Tu cuento se merecía ese premio. Saludos.
Me acabo de enterar por tí... me siento como chino con bicicleta nueva... wuaooooo gracias!!!!!!!!