Escucho a Pink Floyd, y comienzo de nuevo a transitar por el laberinto sin salida que ha signado mi vida. No es una aseveración dramática ni mucho menos trágica, me encanta no tener escapatoria de mí. Soy una bestia sensible enjaulada en sus propias fantasías. Estoy encerrado entre mis propias estupideces, entre mis arrogantes limitaciones y levito en ese espacio abstracto donde soy parte del cosmos. De todo eso, está construida mi poesía.

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Llegue a Steemit de la mano de unos amigos y de mi hijo @granaddiction y siento que me dejaron en medio de una plaza bonita de una mega ciudad, para que me moviera hacia donde me diera la gana.

No tengo ni un mes escribiendo en Steemit. Camino por estas calles, sabiendo que no tengo el status, ni de la prostituta de esquina (que ya ha hecho su clientela), ni siquiera del mendigo de la calle, que seguramente ya tiene quien lo auxilie. Soy simplemente un fantasma que no espanta.

Yo vengo de otras Redes Sociales donde tengo muchos lectores y mudarme al Distrito Steemit, fue como salir de los suburbios y comprar un apartamentico en un distrito financiero donde hay de todo, desde los altos gerentes, los dueños de las corporaciones, hasta llegar a los porteros, los que limpian los baños y todos los arribistas posibles.

Soy escritor, ese es el oficio que pone todos los días el pan en mi mesa. Yo he procurado rodearme de locos creativos toda mi vida y estoy acostumbrado a vivir una vida libre. Intento ser una marioneta de muy pocas cuerdas, para saberme que en alguna oportunidad, puedo bailar la música que solo genere los ritmos de mi corazón.

Ahora estoy sentado en el banco de una plaza pública, donde nadie me conoce y a nadie le importa quien soy yo. Veo llegar a la “Altísima gerencia” con maletines cargados de SteemDollars, rodeados de muchos asistentes que olfatean los Steempowers y todos con caras de ballenas, de curadores, del brillo natural que dan las monedas.

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Frente a todo ese exhibicionismo de poder, que no entiendo, yo saco mi ukelele y comienzo a cantar, “Somewhere Over The Rainbow” en la versión de Israel Kamakawiwo'ole para ver si me lanzan un criptomoneda de algo, pero no me ven… no soy… no cuento, les importa un coño que cante bonito, no me van a mirar. Todos entran al Steem building convencidos que el paisaje se ve mejor, desde las oficinas con clima glacial, que tienen ventanas panorámicas de vidrio. Todo lo que se mira desde arriba, se ve pequeño.

Observo que en el Steemdistrito financiero, hay gente transitando todo el día en sus calles. Pero es como gente “cuchi”, de esas que hacen poesías y les dibujan corazoncitos, de las que les toman fotos a sus mascotas vestidas con ropas de marca, que tienen millones de fotos de sus hijos y todo el día las están publicando, que no se cansan de intercambiar recetas de cocinas, hablar de moda, siempre cuidando los modales, siempre cerrando las piernas.

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Toda la gente que veo transitar por Steem Street, son personas impecable, bonitas, de buena presencia. Ah, pero yo tengo la experiencia que me ha dado viajar y vivir en ciudades grandes y sé, que muchas calles terminan en callejones oscuros, en sitios sórdidos, en ambientes pecaminosos y este Distrito financiero no debe escapar de esos espacios maravillosos donde la vida es vida. Generalmente no pregunto, tengo la virtud de descubrir lo que no se ve. En algún momento, yo estaré en esos lugares de Steem Street, donde se toma hasta la madrugada, donde pueda quitarme toda la ropa y navegar entre ballenas. En todos los lugares que he ido en mi vida, siempre busco ser yo. El éxito tiene su aroma y siento esas fragancias por todos lados.

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Ya me mudé a esta parte de la ciudad, pienso disfrutarla. Me gusta ese negocio que pone a todo volumen, música de Pink Floyd, eso habla muy bien de los dueños de @nnnarvaez café que está al cruzar la plaza. He visto entrar a más de mil personas y todas lucen felices. Creo que me tomaré un café allí e intentaré conocer gente. Hay veces que uno se cansa de ser invisible.

Les voy a pedir, ya que les gusta Pink Floyd, que pongan la canción Mother, para que se me rompa un poco más el alma. Mi madre murió hace un mes y aún no me acostumbro a esta orfandad, a esta soledad que me está brindando, Steem Street.

Steem Street, es un buen lugar para vivir.

RUBÉN DARÍO GIL

Gracias @nnnarvaez por abrir esta puerta y darte un fuerte abrazo por esos 1000 seguidores, yo seré el 1001

Los que están interesados participar en el concurso, ingresen al siguiente link:

https://steemit.com/spanish/@nnnarvaez/concurso-mis-1000-seguidores-45sbd-y-500-sp-delegados-en-premios