¡GRACIAS, MADRE! || Décima Espinela Venezolana
¿Cómo plasmar en el trazo
que deviene de la rima
la admiración y la estima
que no cabe en un abrazo?
¿Cómo? Si en mi primer paso
al mundo Dios le bendijo,
siendo su apoyo prolijo
mi norte y constante guía,
que evoco el más santo día
invento de algún buen hijo.
¿Cómo podré agradecer
la educación, el desvelo,
y el firme y perenne celo
maternal de esa mujer?
¿Cómo? Si me ha dado el ser,
sin límite ni exigencia...
De ella aprendí la indulgencia
que ha perdido ya el humano
y me hará buscar su mano
en mi próxima existencia.
Raúl Salmerón
“El Curriñatá Cantor”