Buenos días amigos.

Muchas veces nos vemos en situaciones algo tristes o llenas de problemas, recordemos que en la vida se nos presentan tristezas, dificultades y muchas cosas más solo por una sola razón para ir puliendonos como un diamante y el día de mañana ser tan fuertes como esa bella piedra, mientras estemos en ese trance saquemos el mejor provecho posible, tratemos de hacer las cosas bien y tal como lo dicta las leyes de nuestro Dios.

A medida que vayamos caminando bajo la tormenta con lagrimas en los ojos, sembremos semillas buenas y en tierra fértil para luego recoger la cosecha con alegría y gozo, el mal tiempo no dura 100 años, aferremonos a Dios a cada momento de nuestras vidas, solo el puede consolarnos en nuestras tristezas y sanar nuestras heridas, pidamosle a través de este salmo, nuestra restauración espiritual y que también restaure cada área de nuestra vida.

Dios los bendiga!