Ya he aprendido la lección y me he dado cuenta de la cruel realidad, ya la veo reflejada en mi claramente, la siento y sé que el sueño por fin ha llegado a su fin y ha dado paso al desequilibrio. Es agobiante aceptar la resignación y aun más cuando sabemos que es un suicidio diario.

Todo esto es el resultado de mis propios errores, no me queda de otra más que aceptarlo. Es demasiado triste despertarme cada mañana recordando que no estás conmigo, pero lo es aun mas cuando el corazón se niega a aceptarlo y la realidad te obliga a entrar en razón, sumergiéndote en dolor y desesperación, ya casi no me quedan más recuerdos, aquellos recuerdos que en el pasado fueron hermosos, pero que ahora se han vuelto mis enemigos en una lucha sin sentido.

Tu recuerdo me mantiene vivo, pero al darme cuenta de que no te tengo a mi lado, me hiere sin piedad. La soledad y el enojo ahora son mi compañía y el cinismo mi mejor amigo, la vida ya no será como antes, ya nada será igual.