Encontrando la Paz.

La agonía, que durante toda la vida le había torturado, causaba que el tiempo pasara lento debido al todo el dolor que acumulaba en su corazón, Cristian estaba decidido a terminar con eso, 18 años de agonía eran una tortura que su mente y pobre corazón ya no soportarían mas.

Volvió a observar el reloj, ya era la décima vez que lo hacía en la ultima hora, su corazón se aceleraba y se llenaba de impaciencia al saber que todavía faltaban 30 minutos para la hora, sabía que si todo no salía correctamente, no lograría alcanzar la paz.

La ansiedad invadía su cuerpo, para calmarse un poco mientras esperaba decidió tomar un poco de esa botella de vino tan cara que había comprado hace un par de años justo para ese día en especial, se sirvió una copa y se la tomo de un trago sin dudar, encontró muy interesante el sabor tan dulce y fino del vino, no estaba acostumbrado a tomar bebidas tan caras, se sirvió nuevamente la copa hasta arriba y se sentó a deleitar el vino mientras pasaba la hora.

“Ya es momento”- le dice la voz en su cabeza.

Deja atrás la copa de vino y algo exaltado por el alcohol se dirige rápidamente a su habitación, se queda admirando la ropa que ya tenía preparada en la cama mientras su corazón gritaba como si quisiera salir de su pecho, esas botas negras y esa chaqueta de AC/DC que tantos recuerdos le traían, se vistió y se observó en el espejo con una mirada fría; “Soy él”, sale de la habitación y se dirige a la cocina, abre una de las gavetas y agarra el cuchillo más grande y lo guarda en la chaqueta, volvió a mirar la hora, ya tan solo faltaban 10 minutos para la hora.

Sale a la calle, camina un poco mientras observa a su alrededor, hay una gran cantidad de personas circulando, decide meterse por los callejones mientras se dirige a su ansiado encuentro con la paz, a pesar de estar en un callejón hay varias personas caminando sin miedo alguno de seguro por ser mediodía; “Ya es la hora”, le repite incansablemente la voz dentro de su cabeza, mira a cada persona que transita por el callejón buscando su preciado tesoro, ya era la hora indicada y no encontraba lo que buscaba, los nervios y la ira se apoderan de el, seguramente debido a la cantidad de vino que tomo antes de salir de casa.

Justo cuando estaba a punto de perder la razón lo encontró, pareciera que el destino le estaba echando una mano, una pareja junto a su hijo dando un paseo, una sonrisa retorcida se asoma en su rostro, eran las personas indicadas, su cuerpo se llenaba de adrenalina, ya todo el escenario estaba preparado, camina hacia ellos con gran determinación, aprieta con fuerza el cuchillo que oculta en su chaqueta mientras se acerca con la mirada puesta en su premio, Cristian se acerca al esposo y sin mostrar ningún sentimiento, le clava el cuchillo en el cuello repetidas veces sin que él pueda hacer nada, el cuchillo y la chaqueta de Cristian se bañan de un rojo carmesí, la esposa trata de gritar pero Cristian le tapa la boca antes que algún sonido salga de ella, la tira al piso y se monta sobre ella, le da un puñetazo con todas sus fuerzas justo en la boca para prevenir algún grito de auxilio, luego con el cuchillo comienza a clavarlo desenfrenadamente en el cuerpo de la esposa, ella trata de protegerse con sus brazos pero es en vano, la hoja del cuchillo atraviesa sus brazos dejándolos inservibles, ella con lagrimas en los ojos observa como Cristian con una sonrisa termina el trabajo con 5 puñaladas en el pecho con todas sus fuerzas.

“Al fin esta echo”; se levanta lentamente con la respiración alterada, observa su trabajo y luego voltea a ver al niño, el chico esta en shock, no se ha movido desde que comenzó todo, Cristian observa la mirada del chico y sabe que dentro de él algo ha cambiado, se acerca a el serenamente se agacha para estar a su nivel y en el oído le susurra:

“Ahora es tu turno, ya yo estoy liberado”.

Se volvió a erguir y se dirigió a la entrada del callejón y se sentó en el piso con un rostro triunfante a esperar a la policía, Cristian nunca había sentido tanta paz y placidez en su vida, nunca había sentido su corazón tan sereno desde hacía 18 años que aquel demente, vestido con unas botas negras y una chaqueta de AC/DC, asesinara a sus padres frente a él con un cuchillo.