Por mucho que avance la ciencia, parece que la naturaleza no dejará de soprendernos con sus curiosidades.

La velocidad a la que se enfría un material puede provocar cambios en sus propiedades. En los líquidos los átomos tienen cierta libertad de movimiento y por tanto están desordenados (aunque la estructura de las moléculas se conserva) En los sólidos en cambio los átomos solo pueden vibrar alrededor de su posición, y en muchos de ellos los átomos se disponen en una secuencia ordenada. Cuanto más lento sea el enfriamiento, mayor orden se puede alcanzar en el sólido, lo cual explica por ejemplo que el acero sea más duro cuanto más rápido se enfríe.

Sin embargo, el vidrio no tiene estructura ordenada, es lo que lo diferencia del cuarzo, por lo que no es tan fácil de explicar la diferencia entre los dos extremos de las Lágrimas de Rupert.