El día era muy agitado, y yo me encontraba en una clínica gigantesca de mi ciudad, de verdad que la guardia iniciaba con muy buen pie, sin embargo, el cansancio se me hacia notar, cuando estaba casi por irme había llegado una paciente, la cual se había caído al tropezar con su pie y se había lesionado la muñeca derecha.

Yo a penas me encontraba todavía en la emergencia, cuando la residente de guardia se me acerca para notificarme que se trataba de una señora mayor, la cual presentaba mucho dolor en su muñeca, al acercarme pude notar rápidamente el gran dolor de la paciente.

Su nombre es Laura y tiene 62 años de edad aunque perece aparentar mucho más, cuando la voy a examina sucedió algo improvisto, la paciente apenas la toque pego un grito que casi me deja sordo, después del grito me había quedado una especie de pito en el oído, cosa que no le agradezco, pero hay que entenderla ella no tolera muy bien el dolor por lo visto.

De pronto decidí realizarle sus respectivos estudios radiográficos, y pufff vaya sorpresa la que me he llevado, la paciente tenía una fractura de la porción más distal de su radio, no obstante había un fragmento de hueso que por la posición que tenia se encontraba presionando a un nervio llamado el nervio mediado, y ahora de esta manera yo podía entender cual era la causa de tan gigantesco dolor.

Su hijo se encontraba afuera, rápidamente fui a hablar con él, al cual le hice mención de que lo que tenia su madre era una fractura de alta complejidad, y que había que resolverla quirúrgicamente, el solo menciono “Doctor usted haga lo que tenga que hacer”, yo también hubiese dicho lo mismo si se tratara de mi hermosa madre.

Entonces fui rápidamente a solicitar el quirófano para la señora Laura, cuando la señora Laura se encontraba lista para subir al quirófano me dijo algo que me cautivo por completo “Doctor sus manos no son suyas, sino las de Jesús”, la Fe es algo que uno nunca debe perder.

Ya estando en el quirófano, rápidamente la señora Laura fue anestesiada y entonces inicio la cirugía, donde con unas manos agiles logramos reducir la fractura, y no solo eso sino también descomprimir el nervio que se encontraba afectado por uno de los fragmentos de hueso.

La cirugía se realizó durante quizás un poco mas de una hora, pero todo había marchado muy bien, mi concentración se notaba en todo el quirófano, pues cuando hago lo que verdaderamente me gusta me enfoco y concentro al máximo.

Al finalizar la cirugía nos sentíamos muy contentos de poder realizado un excelente trabajo, y que gracias a eso la señora Laura ahora se iba a encontrar mucho mejor, luego de una hora la señora Laura fue llevada hasta su habitación, donde fue recibida por parte de su hermosa familia con besos y abrazos.

Yo, pude bajar también hasta su habitación, pero era para mostrarles el resultado de la cirugía, en donde después de explicarles a sus familiares muy detalladamente todo lo que habíamos realizado, ellos estaban tan contentos que también me dieron besos y abrazos en forma de agradecimiento.

El éxito se asegura con dedicación…

Eso es una frase que yo suelo decir, y prácticamente es basada en mi experiencia de vida, donde he logrado aprender que si nos gusta hacer algo y todos los días nos esforzamos por mejorar así sea un poco de seguro tendremos el éxito asegurado.

Yo pienso muchas veces que mi razón de vivir en este mundo es la medicina, creo que el ayudar a las demás personas enfermas me llena el alma y el corazón, y de verdad si tuviese la oportunidad de escoger nuevamente lo que seria en esta vida de seguro y sin dudarlo les diría que lo que quisiera es “Ser Medico”, espero y les haya gustado mi post tanto como me ha gustado a mi vivir esta experiencia.