Good bye señor dolor...

Eran tantas las cirugías que había yo realizado durante una semana que hasta había olvidado el numero de paciente a los que yo opere, al llegar a mi casa sentía tanta tensión en mi cuello que dolía un poco con tan solo moverlo, esa noche recuerdo que no quise ni comer en parte era por el cansancio acumulado por lo cual me fui directo a la cama y no encontraba una posición adecuada para dormir, entonces fue cuando decidí colocarme una almohada algo dura detrás de mi cuello.

Al día siguiente al despertar abrí los ojos y me levante, entonces ocurrió lo indeseable, se despertaba un intenso dolor el cual no me dejaba mover el cuello para ningún lado, sentía como si me estuviesen dando puñaladas acompañadas con electricidad, dicho dolor me recorría todo el cuello a lo largo y a lo ancho, tanto así que me brotaron 2 enormes lagrimas de mis ojos, tome una gran cantidad de analgésicos y ninguno realizaba el efecto que yo buscaba el cual era aliviar mi dolor, por lo cual no lo pensé más y decidí ir al hospital donde me hice ver con la Dra. Egle quien es actualmente la jefa del servicio de “Medicina Física y Rehabilitación”, esta doctora al valorarme me dijo que tenia todos los músculos de mi cuello con una gran contractura que prácticamente era como tocar una piedra, entonces inmediatamente llamo a la licenciada fisioterapeuta a quien le entrego una lista con todas las indicaciones de lo que me iba a realizar, su nombre es Nilger la cual es una persona totalmente divertida y muy amable, Nilger me llevo hasta la sala de rehabilitación donde me mando a quitarme la camisa diciéndome “chamo tienes el cuello como el de HULK”, de esta manera me coloco calor con unas piedras calientes sobre una toalla, a medida que el calor se esparcía sentía como mis músculos comenzaban a relajarse, era prácticamente como cuando colocas un cuchillo caliente en mantequilla.

Después de eso me colocaron electricidad, esos pequeños impulsos eléctricos que atravesaban mi espalda hasta mi cuello realizaban pequeñas contracciones de la musculatura dando la sensación de que los estiraban, de verdad se sentía muy bien, en eso Nilger llama a un señor llamado ALI el cual es especialista en quiropraxia quien me realizo unas técnicas algo raras logrando hacerme sonar toda la columna vertebral con un sonido muy particular “Trac - Trac”, ya con esto me sentía bastante aliviado, para finalizar Nilger había vuelto y me coloco aceite aromático sobre mi espalda y mi cuello y comenzó a realizarme un masaje relajante que al principio dolía pero a medida que avanzaba se sentía tan bien que de verdad aliviaba mi dolor, ya unos minutos después estaba totalmente relajado y mi cara podía expresar con una enorme sonrisa la satisfacción que en ese momento yo sentía, por poco y me quedo dormido ya que también se escuchaba una música muy relajante con el sonido del mar.

Al sentarme podía mover cuello hacia cualquier lado y lo mejor era que no tenia dolor, de esta manera inicio mi amistad con la gran Nilger quien me realizo alrededor de 8 sesiones de rehabilitación, unas semanas después ya era prácticamente una persona nueva y renovada, gracias a dios tuve la suerte de caer en las manos de la Dra. Egle y de la Lic. Nilger ellas son lo máximo en la rehabilitación, por lo cual actualmente las recomiendo a todos mis pacientes después de operarlos.

“En mi experiencia les puedo decir que la causa del dolor cervical es un poco de todo, tiene que ver con el estrés y la sobrecarga laboral asi como indiscutiblemente de manera importante la postura de la columna vertebral al sentarse, al caminar o al dormir” .

Lugar:
Hospital Militar Elbano Paredes Vivas
Venezuela, Maracay Edo. Aragua 2017