Cada día me sorprende los maravillosos lugares que podemos encontrar en nuestra muy querida ciudad de Maracay.

La ocasión perfecta no se planifica…

Un día de estos ocasionales, en los que salimos como desesperados del trabajo, pero con ganas de relajarnos y pasarla muy bien después de un día laborioso, mientras recorríamos nuestra hermosa ciudad de Maracay, íbamos rumbo al norte de la ciudad cuando de pronto vimos un gran anuncio el cual hacia referencia a un lugar llamado “ALAS STOP”, dentro de las instalaciones del circulo militar, por lo cual decidimos acercarnos mi novia y yo.

Al llegar pudimos notar que se trataba de un nuevo local, un lugar al cual nunca habíamos ido del cual desconocíamos totalmente, al entrar se puede observar una fachada muy original el cual se basa en una especie de mini campo de golf, donde @gaescla no se pudo contener en tomarse una estupenda fotografía con el muy original logo.

Al entrar podíamos notar que ese lugar es estupendo, tiene una temática muy colorida, con muchas imágenes haciendo referencia al Golf, y aunque era algo temprano no había muchas personas, lo cual era genial ya que teníamos el lugar para nosotros.

De inmediato se nos acerco una camarera para tomar nuestra orden, Gaby y yo hicimos nuestro pedido, yo había encargado una rica cerveza artesanal, mientras que Gaby había solicitado un mojito cubano.

Rápidamente nos trajeron los tragos, los cuales pudimos disfrutar agradablemente, sinceramente la tarde en ese lugar había iniciado de una excelente manera después de haber tenido un día de trabajo muy fuerte.

Gaby me había hecho mención, que mientras estábamos llegando ella le había mencionado a unos amigos que se acercaran hasta ese lugar para disfrutar de un compartir al mejor estilos de los traumatólogos.

Noa habían pasado ni 20 minutos cuando otros colegas traumatólogos también se acercaron y se incorporaron a nuestra gran mesa para brindar, ya que nuestra amistad se había mantenido unida ya por más de 4 años.

Por esta simple razón, volvimos a llamar nuevamente al mesero para que tomara la nueva orden, y poder traerles unas cervezas a nuestros amigos y también un nuevo mojito para Gaby quien tenía muchísima hambre, de esta manera habíamos encargado unas papas bravas las cuales Gaby devoro insaciablemente.

Las cervezas fueron viniendo y entre relatos de uno y del otro el momento fue pasando rápidamente, cuando nos dimos cuenta ya estábamos medio muertos del hambre, por lo cual le dijimos a la mesera que nos trajera el menú para realizar la orden de la comida.

La mayoría habíamos ordenados unas ricas hamburguesas mientras que Gaby solo ordeno unas costillas en salsa, toda la comida lucia deliciosa, al probarla sentí como si explotara un volcán en mi paladar, la delicia de esa hamburguesa era de ensueño.

Después de quedar todos totalmente satisfechos, decidimos retirarnos del lugar para ir a descansar, ya que yo al día siguiente tenia guardia y ya había caído la noche, por lo cual no dejamos de tomarnos el respectivo selfie al mejor estilo de la gran e inigualable amistad.

El letrero del cual les hable al inicio del post durante la noche resaltaba aún mucho más, logrando verse como si flotara en el aíre, lo cual lo hacia ver muy llamativo y extremadamente original, de esta manera llamaba muchísimo la atención.

En conclusión…

Les puedo decir que el compartir entre amigos, no tiene precio, momentos como estos son los que consolidan las buenas amistades, la cual tiene pinta de que perdurara por y para siempre.