Todo inicio cuando dos personas jóvenes se conocieron y enamoraron en la misma institución de curso. No paso mucho tiempo cuando decidieron unirse en matrimonio y formar una familia. Poco después de pronunciar sus votos en unión como marido y mujer, consumaron su amor en la intimidad. Fue allí cuando realmente empezó mi historia; pase 9 meses dentro de la barriga de mi madre, hasta el día 16 de febrero del 1994, fue entonces cuando me convertí  en el primer hijo varón esperado de una pareja joven de apenas unos 22 años de edad.

Ellos me recibieron con mucho amor y ternura;  poco a poco me fueron criando con inexperiencia debido a que eran padres primerizos, y a pesar de ser tan jóvenes, lograron hacerlo con esmero, dedicación y amor. Me dieron un hogar donde resguardarme y estar seguro, donde poder dar mis primeros pasos y tropiezos. Nunca me falto nada, siempre tuve lo más esencial que se requiere para cuidar de un pequeño, amor paternal y amor de una madre que me miraba siempre dormir encima de su pecho todas las noches.

Mamá me contaba que desde chico siempre fui alguien sereno y tranquilo, si me sentaban en una silla, allí  esperaba tranquilamente y era cuando ella aprovechaba de hacer sus fotografías de mí. Es incontable el número de fotos que tiene de colección, supongo que cuando sea padre algún día entenderé y sentiré la misma emoción que ella sintió desde el momento que le dieron su prueba de embarazo positivo.

De pequeño fui muy coqueto, lo herede de mi madre, así fue como enamoro a mi padre. A las chicas siempre le gustaba el hoyuelo que se me refleja al sonreír al lado izquierdo de mi cachete, aun hoy en día se me nota, pero ya no causo el mismo encanto *risas*. Me gustaba mucho ir a los parques donde habían diversos animales, allí fue cuando celebre mis primeros 2 años consecutivamente.

A mis 6 años ya había culminado mi etapa de preescolar con éxito, empieza mi camino de crear y soñar con la imaginación, de iniciar a tomar poder de mi conciencia y hacer las cosas que realmente deseaba crear y construir a medida del tiempo.

Dice mi madre que debo agradecerle también de heredar su dote intelectual, y al parecer razón tiene, siempre fui un chico que se divertía mucho, pero que nunca descuidaba sus estudios, siempre estuve en eso que llaman “cuadro de honor”, la verdad no sé si exista hoy en día, ya el nivel de educación en las escuelas y colegios ha cambiado mucho. A ella la amo mucho, tengo su mirada, su nariz, empatía, carisma e intelecto.

Logre alcanzar mucho más logros, como el subir de una escalera, cada vez subía un escalón tras otro sin mucha prisa pero sin quedarme atrás, con éxito. Disfrute mucho mi niñez, mi juventud en la escuela, el conocer y hacer muchos amigos que hoy en día al verles por la calle,  nos saludamos como si fuese ayer.

A pesar de las vivencias fuertes que tuve que enfrentar, elegiría una y otra vez esta vida que tengo y que me otorgo primeramente Dios y posteriormente mis padres y familia. Cada una de esas duras pruebas fue superada con éxito; algunas dejaron huellas y otras más sirvieron de aprendizaje que hoy en día siguen siendo útiles. 

Hoy en día, tengo una hermosa familia, soy ese primer retoño de un actual matrimonio de plata que va en camino a convertirse en boda de oro. Gracias a la vida, a Dios, al destino y a ellos, por permitirme hoy 16 de febrero de un año más, poder celebrar este día tan especial. Aún quedan más pasos que dar para seguir subiendo sobre esa escalera que no tiene un final previsto. Ojala tenga nuevamente la oportunidad de celebrar este recuerdo. 

Felices 24 de un día como hoy Road.