El mundo en un párrafo - Buen viaje, señor presidente

En mi lectura y relectura de los ensayos, cuentos y novelas de los grandes escritores, siempre descubro cosas nuevas; son palabras, oraciones y frases que no deberían pasarse por alto, y es por eso, que en la medida que el tiempo me lo permite, los leo más de una vez. Estos autores de grandes obras tienen formas únicas de describir las experiencias del ser humano: pasiones, desilusiones y creencias. Muchas veces sus escritos son difíciles, requieren cierto esfuerzo intelectual para entenderlos o interpretarlos. En sus palabras los escritores nos enseñan a ver la vida de forma diferente y nos ayudan a conseguirnos a nosotros mismos. En los ensayos de los grandes autores de la literatura mundial, aprendemos sobre la historia, economía, ciencias y tecnología de una manera que un libro específico sobre el tema no podría proporcionarnos. No creo que haya una forma concreta de interpretar lo que escribe un autor, de hecho, una vez que el lector abre el libro y empieza a leerlo éste le pertenece y pasa a formar parte de ese lector, y puede interpretarlo como le dicte su pensamiento.

Me dispongo a realizar una serie de artículos que he llamado: El mundo en un párrafo, en los que trataré de interpretar, según mi pensar, algunos párrafos de las obras literarias más importantes de Latinoamérica y el mundo. Tomaré varios párrafos, los cuales parafrasearé, de obras particulares y les haré una especie de análisis en la que expondré mis ideas y reflexiones al respecto. He querido comenzar con uno de los cuentos de Gabriel García Márquez: Buen viaje, señor presidente; de su antología Doce cuentos peregrinos, espero que esto les sea útil o interesante a mis amigos de Steemit. Muchas gracias.

Buen viaje, señor presidente.

En este cuento El Gabo comienza con el señor presidente sentado bajo las hojas amarillentas de un parque solitario de la ciudad de Ginebra, bajo ese ambiente otoñal él pensaba en la muerte. Había vuelto al país donde muchos años atrás estudió su carrera de leyes, esta vez estaba allí para hacer algo muy distinto, realizarse unos estudios y tratarse una enfermedad que le producía un dolor terrible. Había sido el mandatario de un país del Caribe y fue derrocado por un golpe militar donde participó su propio hijo, quien después fuera fusilado por sus cómplices. Fue exiliado a la isla de Martinica y luego viajó a Ginebra ya que los médicos caribeños no habían podido dar con el origen de sus dolencias.
Los médicos suizos dieron con el origen de su dolor, el presidente tenía que someterse a una arriesgada operación. Al salir del hospital se dirigió a tomarse un café, a pesar de que tenía prohibido tomarlo por indicaciones médicas. El presidente al terminar de tomarse el café puso la taza bocabajo para que el café sedimentara y escribiera su destino.

Interpretación y análisis

Acá tenemos un presidente exiliado, derrocado de un país caribeño por un golpe militar. Los golpes militares son algo común en la historia de los países latinoamericanos al igual que los presos políticos, torturas y desapariciones de personas que estén en desacuerdo con determinadas ideas, posturas políticas o militares, esto ha disminuido bastante actualmente, sin embargo, en los años en el que el Gabo escribió este cuento (1979), ese tipo de hechos estaba en pleno apogeo en Latinoamérica. Los desacuerdos en ideas políticas son algo que forma parte muy activa en el latinoamericano o caribeño, a tal punto que llevan a desacuerdos y problemas en la propia familia, peleas entre hermanos y hasta con los padres, esto se manifiesta en el cuento a tal punto que el propio hijo conspira en el derrocamiento de su padre, con la trágica muerte por fusilamiento del hijo por sus propios cómplices, la traición es algo también frecuente en la vida política de estos países.

El presidente es exiliado a Martinica, y allí enferma, es tratado en por los médicos caribeños pero no dan con la fuente de sus dolencias, por lo tanto el viaja a Suiza, específicamente a Ginebra, ciudad donde estudió abogacía, para tratarse médicamente. En las décadas de los años sesenta, setenta y mediados de los ochenta, la posibilidad de los latinoamericanos de estudiar en Estados Unidos y Europa era muy alta, en Venezuela por ejemplo, se otorgaban becas que cubrían todos los gastos para que estos estudios fuesen posibles, esto incluía estudiantes con muy bajos recursos económicos. La formación de militares en Estados Unidos era también algo muy frecuente en aquellos años. De igual manera acá se expone el adelanto en las ciencias médicas de los países desarrollados, en América latina las personas con muchos recursos económicos prefieren tratarse enfermedades serias o terminales en Norteamérica o Europa.

Al salir del hospital el presidente pide un café, bebida que tenía prohibida por los médicos. En esta parte podemos decir que muchas veces el ser humano al pensar que su tiempo se acaba decide darse algunos gustos o placeres a pesar de sus posibles consecuencias. Por último en este cuento no se podía pasar por alto la creencia en la magia por parte de los personajes de estas historias, el esoterismo y santería están muy arraigados al imaginario latinoamericano y más del Caribe. En el cuento este tipo de creencias aparece cuando el presidente, al terminar de tomar su taza de café, la coloca bocabajo para leer la figura que hace la borra y así predecir de alguna manera su destino.

Invito a todos a que lean este corto cuento de Gabriel García Márquez, aquí tan solo interpreto dos o tres de los párrafos, pero hay muchos más. En cada uno de estos párrafos hay un mundo que espera ser descubierto por nosotros, un mundo al que pertenecemos y en el que convivimos.