DISONANCIA COGNITIVA [COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL- ING. INDUSTRIAL]
Es un estado de tensión, incomodidad o ansiedad que se produce cuando mantenemos dos ideas, decisiones o comportamientos propios contradictorios o incompatibles entre sí, es decir, la disonancia cognitiva es cuando un individuo, no tiene coherencia con lo que cree, piensa y actúa. Esta ayuda a entender los conflictos que tiene una persona y que son difíciles de asimilar entre las creencias, valores, pensamientos y conductas.
El doctor en psicología León Festinger se encargó de estudiar que sucedía cuando una persona entraba en conflicto entre lo que pensaba y lo que hacía y propuso la teoría de la disonancia cognitiva. Así mismo, planteó que los seres humanos poseen la motivación de afirmar que sus actitudes, conductas y creencias, deber ser coherentes entre sí, debido a una necesidad interna de estabilidad emocional. Y cuando existe incoherencia entre éstas, el conflicto conlleva a inconformidad y falta de armonía en los pensamientos de los individuos y estos se esfuerzan por evitar estas situaciones de tensión.
Reducir la disonancia no siempre es fácil, ya que depende de los valores, las conductas y actitudes personales implicadas en las relaciones disonantes. Una de las formas para resolver la disonancia es el autoengaño, y esta consiste en justificar la situación disonante, buscando el equilibrio para salir del conflicto o displacer, aceptando la mentira como una verdad, es decir, mintiéndonos a nosotros mismos. Por otra parte, otra manera de resolver la disonancia, es modificar la conducta o comportamiento, si esta conducta entra en conflicto con nuestro sistema de valores y hace que la persona se sienta triste, es necesario corregir esa actitud, por ejemplo, si la sinceridad es importante para un individuo y este ha mentido, probablemente se sienta mal, entonces este decide que no quiere seguir mintiendo y por consiguiente regresa a su sistema de valores.
También, para que un individuo reduzca su disonancia, puede optar por modificar sus valores y creencias, ya que estas van evolucionando a lo largo de su vida y se modifican con el aprendizaje y la experiencia, así bien, cuando se produce la disonancia cognitiva, esta situación puede impulsar a la persona a modificar su estructura de valores, para ser más coherentes con sus deseos.
La disonancia cognitiva esta estrechamente relacionada con las conductas humanas, debido a que la misma es un dilema que ocurre en nuestro cerebro, y ante la presencia de esta, el individuo responde con un patrón de comportamiento o actitud según los valores que tenga arraigados, por esta razón, estos también juegan un papel fundamental para mejorar este estado de inconformidad por el que muchos hemos pasado.
Ahora bien, imaginemos una persona con problemas de consumo de alcohol que sabe que beber conlleva a un riesgo elevado de contraer cirrosis y otras enfermedades asociadas y está intentando dejar de beber. Como sabemos, este hábito es difícil de cambiar sin un plan de tratamiento, así que supongamos que esta persona sucumbe a la tentación y bebe un trago de alcohol. En ese momento, o quizás más tarde, aparecerá la disonancia cognitiva: quiero dejar de beber y me he comprometido a ello, pero he bebido. ¿Qué es más fácil para esa persona en ese momento? Cambiar su comportamiento pasado no es posible y cambiar el hábito nada saludable de beber en exceso le está resultando complicado, por lo tanto, decide cambiar sus ideas para poder justificar su conducta a través del autoengaño, diciendo “mi abuelo ha bebido toda su vida y esta como un roble” o “una copa más, una copa menos, no me va a pasar nada”, con la finalidad de aliviar el estrés producido por dicho conflicto de intereses.
Otra forma de resolver el conflicto mencionado anteriormente, es que la persona se haga consiente de que tiene un problema de bebida, y posterior a esto decida acudir a una terapia para modificar sus conductas y corregir su comportamiento a fin de eliminar la disonancia cognitiva.