“De otras tierras vendrá un salvador con pocos días de nacido, que traerá sangre fresca al reino. Mil hijos de su edad, con él recién venido habrá, la tierra se hará bendición y el mar de peces se llenará, por mil veces mil, los rebaños florecerán.”

Así llegaron los finales de Agosto y regresé del viaje a buscar al rey, estaba seguro ¡Era él! Para el nuevo reino ganar, una sola tarea faltaba realizar, un primero de Septiembre a la orilla sin vacilar, una moneda al mar espacial debía arrojar.

Habiendo mi rey hecho esto, gran sorpresa para los asistentes, en la costa anclada una ballena, en su boca traía un presente, era la señal esperada para el reino que nacía, “Whaleshare” su nombre sería y mil veces mil alegrías, para sus habitantes tendría, muy fiel y exacta esta historia, como decía la profecía y todo los que les cuento marcó mi vida enseguida.