FOTOGRAFÍA 1: EMIGRACIÓN.

Todo comienza en el por qué empiezas a tramitar el pasaporte. Hasta hace poco trabajaba en un negocio de comida rápida gourmet, mi primer grupo de trabajo básicamente eran amigos de toda la vida, todo iba “bien”, estaba aprendiendo mucho, el ambiente de trabajo era genial, todo era una echadera de vaina (relajo en venezolano).

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Sin embargo, la crisis económica llego para acentuar cada uno de los problemas de los venezolanos y cada varios tomaron la decisión de EMIGRAR. En ese periodo existía como una efervescencia en el local por sacarse el pasaporte, no se hablaba de otra cosa: que si pedias la cita para tal o cual sede del SAIME porque era más rápido, que si el costo era uno, pero con gestor era otro, que si me voy a Colombia, Chile o Perú. Con el pasar del tiempo la conversa seguía, pero con un compañero menos: cada semana que pasaba (y pasa) nos enterábamos de algún amigo/conocido que había emigrado.

FOTOGRAFIA 2: ESCASEZ DE BOLÍVARES EN EFECTIVO.

En fin, solicité mi cita (ello implica la estresante tarea de estar sentado en la PC un buen rato para lograr pagar la cita vía internet y así te la puedan asignar). El correo de asignación me llego un lunes, en dicho correo se me informaba la no grata noticia que el lugar de mi cita seria en la sede del Tocuyo. Yo vivo en Cabudare, a dos municipios allí; por lo que mi mortificación inmediata fue: EL EFECTIVO, para poder pagar los pasajes.

Para el día de la asignación no contaba con nada de efectivo, el PROBLEMA ES GRAVE: no hay cajero automático en Venezuela (o por lo menos en el Estado Lara) que este dispensando alguna cantidad de dinero, los bancos solo dan dinero en efectivo a través de la taquilla, en mi ciudad solo entregan 10000Bs diario. Esto solo alcanza para tomar un par de rutas al día. Estuve martes, miércoles y jueves haciendo la cola para retirar dichos 10000Bs de los cuales debía gastar 1500 para regresar a mi casa en cada viaje.

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Les explico el pasaje, para ese momento, se encontraba desde Cabudare hasta Barquisimeto en 2500Bs, en Barquisimeto debía tomar una ruta interna hasta el terminal que me cobraría 1500Bs y de allí hasta el Tocuyo 20000Bs. En total 48000Bs ida y vuelta.

FOTOGRAFIA 3: COLAPSO DEL TRANSPORTE PUBLICO.

Al llegar el viernes solo tenía recolectado 30000Bs entre logré sacar del banco y prestado de un amigo. Debía salir temprano en la mañana para intentar estar entre los primeros en la fila. Tuve que idear un nuevo plan para realizar el viaje hasta el tocuyo. El gobierno tiene dispuesto en Barquisimeto un sistema de transporte publico llamado Transbarca, el cual me cobraría desde Barquisimeto hasta el tocuyo solo 6000Bs, pero su terminal me queda un poco más retirado.

En Venezuela no existe el transporte público nocturno debido a la inseguridad que reina en el país y las rutas empiezan a trabajar entre 5 a 5:30 de la mañana. En mi caso, el primero pasa a las 5:30am: lo perdí. Tomé el siguiente a las 6:00am: iba escupiendo gente por las ventanas.

Llegué a la terminal de Transbarca a las 7:00am y tuve que hacer una larga fila y esperar a que saliera el siguiente hasta el Tocuyo a las 8:00am. Allí me enteré (porque era mi primera vez en ir al Tocuyo) que era una hora de viaje.

FOTOGRAFIA 4: ESCASEZ DE ALIMENTOS.

En el bus que me toco para viajar igual de lleno de gente como el que me traslado hasta Barquisimeto. Entre la gente se rumoraba que la vía hacia el Tocuyo se encontraba trancada y así fue: a pocos kilómetros del Tocuyo se realizaba una protesta por la falta de alimentos.

Los protestantes denunciaban que la caja de alimentos (CLAP) que el gobierno distribuye y vende no habría sido recibida por la comunidad en varios meses. La unidad del Transbarca llego hasta allí y retorno a Barquisimeto –por un momento pensé en hacerlo con ella-, me baje de la unidad y camine entre la guardia nacional y la comunidad que protestaba.

Al otro lado de la protesta se disponían algunos buses para trasladarnos hasta el centro del Tocuyo, tuve que pagar 5000Bs el pasaje desde allí. Ya contaba solo 15000Bs en efectivo y aun debía volver.

FOTOGRAFIA 5: INEFICIENCIA DE LOS ENTES PUBLICOS.

Mientras más avanzaba el bus hacia el centro más me daba cuenta que la mayoría de las personas que íbamos en él se dirigían hasta el SAIME. Cuando llegamos a la parada del ente público pude confirmarlo entre risas y asombro de quienes ya caminábamos hasta la fila.

La fila también era corta, en ella me informaron que debía llevar un recibo de depósito por 3600Bs. Tuve que hacerlo. Fue rápido a pesar de que el banco estaba lleno de personas pase de inmediato puesto que no hay efectivo y las personas sobretodo adulto mayores estaban esperando por alguna remesa.

El sistema regreso en la tarde, un poco pasado el mediodía. Nos empezaron a atender, el paso era muy lento. A eso de las 5 de la tarde, estaba estresado, con hambre, sudado. La situación era desesperante. Ansiaba llegar a mi casa con el cometido logrado.

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Pero, al llegar a unas 50 personas de lograr tomarme la foto y que me capturaran las huellas para el pasaporte salió el encargado (un Sr. De baja estatura con un carácter de mierda –como de quien lleva muchos años trabajando en la burocracia- que nos retuvo los documentos) a decirnos con total insensibilidad a revisáramos nuestros teléfonos para ver un mensaje que nos habría llegado. Yo no tenía teléfono tuve que pedir uno prestado para llamar a mi casa y que me dijeran el mensaje: NOS REPROGRAMARON LA CITA.

Cualquiera hubiera formado el peo (armar un lío en venezolano) pero todos estábamos cansados, la mayoría era de Barquisimeto y Cabudare, debíamos volver. Así que nos resignamos a asistir el día reprogramado. Fue un verdadero calvario, no tenía suficiente efectivo para llegar a mi casa. Menos mal, uno de los compañeros de la fila del SAIME era lo suficientemente benevolente para darme lo que me faltaba. Llegue a casa a las 10:00PM.

Al final, transité el mismo camino: buscar efectivo, tomar el Transbarca e ir a la cita. Llegué tarde, intenté colearme entre los compañeros que había hecho aquel fatídico día, pero otros usuarios se opusieron válidamente. Me coloque en la fila. Fui el último en pasar.

Es así como un trámite cotidiano se traduce en el reflejo de la decadencia de un país. Aun con estos hechos sucedidos a mí y millones de venezolanos ese mismo día a esa misma hora en todo el territorio nacional. Me despido con la esperanza de que esto más pronto que tarde cambie, se solucione y exista la justicia para aplicarla a los responsables.

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