La atrocidad de la guerra deja profundas heridas a quienes la padecen. Para quien no ha vivido en el terror que supone el aturdimiento de las bombas, los temibles sonidos de los tiroteos, zumbidos de balas, el horror de ver y saber de gente fallecida por los combates, es difícil imaginar lo hondo de las huellas marcadas en la humanidad de los civiles, sobre todo en los niños.

LA TUMBA DE LAS LUCIERNAGAS

Recientemente pude sentir una profunda tristeza, y una cantidad enorme de sentimientos encontrados gracias a una película animada producida por el gran Studio Ghibili, dirigida por Isao Takahata, llamada “La tumba de las luciérnagas”. Esta película relata la historia de dos hermanos (Seita y Setsuko) que deben sobrevivir en el Japón de la segunda guerra mundial.

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Es difícil creer que películas animadas puedan sensibilizar sobre un tema tan delicado como la guerra, la tumba de las luciérnagas no es la primera que ha logrado tocar mis fibras sensitivas también recuerdo a Persepolis, película animada iraní con un gran contenido político y social narrado con muy buen humor, tragedia y suspenso. Sin embargo, la tumba de las luciérnagas tiene la capacidad de deprimir a cualquiera. Es una película totalmente recomendada.

7 años de Guerra: Una generación perdida.

Al finalizar la película una de las primeras cosas que se me vino a la mente fue la guerra en Siria. Está a ha sido cruenta por su complejidad y violencia que además no parece tener fin. En ella han muerto más de 500mil personas (gráficamente seria como si fueran arrasado con 6 Santiago Bernabeu), quienes más han sufrido esta guerra son los niños, la infancia siria ha perdido toda una generación. Según datos de UNICEF, en la actualidad hay unos 8 millones de niñas y niños afectados, tanto dentro como fuera de Siria. Además, se estima que unos 5,3 millones de niñas y niños necesitan ayuda humanitaria en Siria, de los que casi 1,4 millones no pueden recibirla debido a que residen en zonas de difícil acceso o zonas sitiadas.

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El conflicto Sirio es una verdadera vergüenza para la Humanidad y ha sido Juez para los organismos internacionales. Vergüenza para la humanidad porque nosotros los ciudadanos de todas las regiones no hemos hecho nada para exigir y frenar tanto sufrimiento, el planeta permanece indiferente ante tantos conflictos, solo sabemos quejarnos de nuestros propios problemas y juzgar a los demás por los suyo, esto nos ha llevado a que dejemos en manos de los dirigentes y organizaciones mundiales la tarea pero estos están sometidos al poder del Dinero, más allá de creer que el conflicto sirio se trata de la lucha de la libertad de un pueblo o el establecimiento de régimen islámico o la lucha contra el terrorismo, se hace evidente como todas las partes involucradas están lucrándose con el sufrimiento del pueblo sirio. Los organismos internacionales parecen un gran salón a dónde van los líderes mundiales a reprocharse los unos a los otros mientras sigue la guerra, quedando inútiles todo intento de Paz.

Personalmente, creo que la manera más efectiva de lograr un fin a la guerra y todas las guerras es dejando la indiferencia, debemos ser responsables de todas las vidas y la vida en la tierra. Exigir con vehemencia a los involucrados un fin absoluto y de golpe a la guerra.