Nuestro Encuentro. (Relato) Parte II

Mía se acercaba a mi poco a poco, y cada paso que daba era un fuerte y nervioso latido de mi corazón, se acerco a mi cuerpo y un beso en mis labios sentí, le correspondí, la tome de la cintura y comencé a besarla, mientras ella tomaba mi rostro como para que yo no me alejara, como si quisiera alejarme.

Tras un suspiro leve nuestros labios se separaron.

-No puedo creer que logre aguantar tanto, me dijo Mía mientras aun su frente reposaba sobre mi rostro.

-¿Aguantar tanto?

-Si, quería besarte apenas saliste del aula, tras un largo silencio entre ambas me dijo: -¿Entramos?

-Claro, si disculpa.

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Ella entro y se tiro sobre la cama como una niña, diciendo; -Estoy algo cansada, voy a necesitar unos días libres.

Yo me quede frente a ella, no podía dejar de observarla, eran tan hermosa y ahora mis sospechas eran mas que cierta. Estaba enamorada de Mía, pero, ¿Que tan malo podría ser eso? mi vida ahora estaba de cabeza, un amor a distancia, cuando me marche ¿Cuando la veré nuevamente?, ¿Nuestra amistada cambiara de ahora en adelante? ¿Que hago.? Esas y muchas preguntas mas daban vuelta en mi cabeza, hasta que ella desvaneció mis pensamientos.

-¿Te encuentras bien? siento que todo lo que he dicho no lo has escuchado.

Tenia toda la razón, no había escuchado nada, estaba hablando conmigo misma, pero no iba a decirle eso así que le respondí regalándole una sonrisa. -Te estaba escuchando, claro que te escuchaba.

-¿Y te quedaras allí de pie?

Di dos pasos mas y me acosté en la cama al lado de ella, viendo el gran espejo que estaba en el techo.

Ella coloco su cuerpo de un costado y paso su mano sobre mi abdomen y esbozó una sonrisa mirando mis labios, inmediatamente pensé ¿Lo hará de nuevo?, quería besarla, quería sentir nuevamente sus tiernos y suaves labios sobre los míos, ella volvió a sonreír y me dijo.

-¿No te pones pijama.?

-No, ¿y Tú.?

-Luego, me respondió.

De repente un extraño silencio se adueño de nuestra habitación, ella se levanto un poco para mirarme a los ojos, y sus suaves manos comenzaron acariciar mis labios, no podía dejar de mirar como se mordía su labio inferior, ese que estaba deseando morder muy suavemente mientras la besaba. Ella bajo un poco mas y me susurro al oído -¿Puedo? y comenzó a besar mi cuello, -antes no has pedido permiso, le respondí, sentí una corta sonrisa y continuo besando mi cuello para luego pasar a mi oreja, muy delicadamente como si me fuera a romper.

-Si en algún momento quieres que me detenga, solo tienes que decirlo y yo lo haré.

Gire mi cara para mirarla a los ojos y le dije; -No quiero que te detengas, acerco sus labios a los míos, y comenzó a besarme con pasión y deseo, de mi boca se escapan leves gemidos, no entendía lo que le sucedía a mi cuerpo pero me gustaba.

Con suaves besos en mi abdomen sentí como poco a poco se desabotonaba mi pantalón y coloco un suave beso en mi vientre.

-¿Has hecho esto antes?

-No, le respondí rápidamente y no me atreví a devolverle la pregunta.

Termino de bajar mis pantalones, para luego sentarse en la cama y comenzar a quitar sus botas, y demás prenda que le estorbaba, yo en cambio me quede paralizada en la cama, tanto que hablábamos y ahora estoy totalmente muda.

-No te imaginas las ganas que tenia de conocerte, me dijo terminando de quitarse su pantalón y volteándose a verme.

-Puedo hacerme la idea, le respondí, porque yo también tenia ganas de conocerte en persona.

Volvió a colocarse sobre mi y casi por inercia mi mano termino acariciando su lindo rostro y podría sentir como su pecho subía y bajaba con rapidez, ella se acerco aun mas con movimientos muy lentos, yo realmente sabia lo que iba a pasar esa noche y lo que mas me tenia sorprendida era que no quería que se detuviera. Se acerco a mis labios y susurro - Y no sabes las ganas que te tengo, comenzó a besarme que no me dio tiempo a responder.

Comencé acariciar su cuerpo adentrándome en su calidez y en aquella sensación tan agradable que comenzaba a sentir bajo mi vientre, suspiro nuevamente en mi boca y podía sentir como su cuerpo temblaba, su mano se aferro un poco mas abajo de mi cadera mientras volvía a besarme con delicadeza.

Sentí poco a poco como su mano entraba bajo mi pantys y un leve gemido salio de mi boca, estaba tan húmeda, me tenia totalmente derrita y volvió a susurrarme, -¿Todo eso para mi,? me sonreí y la mire a lo ojos, no quise hablar así que coloque mis manos en su cuello y la acerque a mi boca la comencé a besar apasionadamente, un beso hambriento y lleno de deseo, mientras mis caderas se movían chocando contra las suya, ya no existía distancia entre nosotras, pero sentía como la poca ropa intima que aun teníamos puesta comenzaba a quemar, baje las manos por la silueta de su cuerpo y me detuve al llegar a la parte interior de sus caderas y volví a subir mis manos pero esta vez arrastrando mis uñas con lentitud.

Pude escuchar el leve gemido que Mía soltó y comenzó a quitarme la poca prenda que me quedaba, se sentó a horcajadas sobre mi, y la mire a los ojos, su mirada estaba llena de deseo, de deseo por mi, ya no había prenda que cubriera nuestro cuerpo y le estaba mirando, se levanto y me sentó para luego colocarse detrás de mi y alimentarse de mi cuello, mientras su mano reposaba en mi clítoris dando leves movimientos circulares.

-Vas a matarme, le dije a medio hablar.

-Es muy pronto para eso preciosa.

Nuevamente se coloco sobre mi y con suaves besos comenzó a recorrer todo mi cuerpo, mis senos terminaron en su boca y su lengua jugaba con mis pezones erectos.

Fue bajando lentamente y paso su lengua por mi vagina como avisándome lo que haría, mi cuerpo se arqueo y mis manos apretaron las sabanas, mi respiración estaba corta, ella comenzó a trabajar con su lengua en mi vagina y yo pensé no pedirlo pero no aguantaba ni un segundo mas.

-Mía, te necesito ya, le suplique apretando su cabello largo.

Ella levanto un poco la cabeza y miro mi desesperación y sacando su lengua para pasarla nuevamente por mi vagina me respondió.

-¡Me necesitas aquí!

Abrió un poco mas mis piernas y metió su lengua entre ella, volviendo a levantar su rostro diciéndome ¡Y aquí! y así con cada parte de mi cuerpo y mientra mas lo hacia yo mas excitada estaba, Mía sabia que me estaba desesperando, sabia justo lo que yo quería y le gustaba mi nivel de excitación.

Estaba jugando conmigo, sus leves mordiscos y el juego de su lengua me llevaba al nivel de la locura, al nivel de la desesperación, moví mis cadera y separe un poco mis piernas para que entendiera el mensaje de lo que necesitaba y ella aun seguía jugando conmigo.

-Joder Mía, Hazlo ya por favor.

Mi suplica la excitaba y comenzó hablarme.

-¿Que quieres en realidad? me dijo a media sonrisa.

-Deja de jugar conmigo, tu sabes lo que quiero.

Agarre las sabanas con fuerza, presa de la frustración y maldije para mis adentros, ella quería sentir mis quejas, eso la hacia poner mas ansiosa, subió un poco su cuerpo mirándome con la ceja arqueada hasta llegar nuevamente a mi rostro comenzó a besarme mientras su mano reposa en mi vagina, mi piernas se abrieron aun mas, ya mis manos soltaron las sabanas y ahora tocaban su cuerpo.

Alejo sus labios de los míos, y sentí como su dedo hacia la entrada para luego decirme.

-¿Creo que me necesitas aquí?

Relato de mi Autoría.