Nuestro Encuentro. (Relato) Final

Me despertó con un tierno beso en los labios, yo no se si era adicción pero quería más, tampoco logre entender como pudimos pasar toda la noche haciendo el amor, sentir su piel, sus besos, su lengua, sus manos acariciándome, fue fantástico, saber como cuando y donde tocar, ese es el arte de ser mujer, sabia lo que quería y como lo quería. Muy sutilmente me enseño como tocarla, aun guardo en mi boca el sabor de sus jugos, de solo pensarlo me estoy excitando nuevamente, necesito tener el rose de su vagina junto la mía.

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Comienzo a besarla apasionadamente, ella me responde con suaves mordiscos a mi labio inferior, pero luego se detiene y me mira a los ojos, pasa su sutil mano por mi rostro, acaricia mi mejilla, es como si quisiera decirme algo.

-¿Hice algo malo? quise preguntarle para salir de dudas.

-No, me respondió sin pensarlo -eres una mujer fantástica, me siento feliz de tenerte justo en este momento.

Sus palabras me hicieron suspirar, estaba asustada y ella aun sabia como controlar mis nervios.

-Tenemos dos horas para arreglarnos e ir a la sala de conferencia, ¿Puedo ir por mis cosas y arreglarme aquí?

-Deja de pedirme permiso, ve y busca tus cosas, le respondí con una sonrisa.

Ella tomo la sabana y se cubrió con ella, para salir de la habitación, descalza, despeinada y con olor a mi, yo en cambio me quede en cama pensando en la maravillosa noche que tuvimos, cerraba los ojos y la veía, coloque mis manos en la cara para evitar pensar tanto, debía concentrarme y era casi imposible, solo quería pensar en ella y en nuestro encuentro, ha sido la mejor noche de mi vida, la amo tanto pero creo que no es el mejor momento para decirlo, ademas solo estaré aquí cinco días y quizás no la vuelva a ver. El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos y la veo parada allí con sus dos maletas.

-Dos habitaciones es mucho para nosotras, me dijo con su bella sonrisa, -pero, ¿Que haces aun en la cama? Vamos a la ducha.

Me tomo de la mano, y sin tiempo a decir nada caminamos a ducharnos juntas.

Mía comenzó acariciar mi cuerpo, mientras el agua lo rozaba, mis besos estaban hambrientos de ella, la necesitaba y era urgente.

Con sus labios en mi boca, susurraba. -Quedan menos de dos horas, y yo no quería hacerle caso, continué besándola sin parar, la tome por la cintura y la acerque a mi cuerpo, ella gimió un poco cuando sintió mi cuerpo rosando sobre ella y volvió a decir.

-Detente, llegaremos tarde.

Yo estaba sorda a esos comentarios, quería que me detuviera pero no dejaba de besarme, quería parar pero su boca me estaba devorando, mi boca se poso en sus pezones y sus manos tomaban con fuerza mi nuca y comenzó a gemir, pero volvió a decirme.

-Mujer, hagas lo que hagas no sacara de mi mente que debemos irnos ya.

Al escuchar esas palabras dije en mis pensamientos eso lo veremos.

Mi mano bajo con rapidez y se poso en su vagina, con leves movimientos acariciaba su clítoris, comencé a mirarla, vi como separaba sus labios del deseo, sus caderas comenzaron a moverse pidiéndome más, poco a poco fui bajando y mi lengua la desespero tanto que me decía. -No te detengas Felicia, sigue así, no pares. la hice correrse en mi boca, me ayudo a levantar y me dijo.

-Con cabellos mojados y sin maquillaje.

La mire arqueando mi ceja, no entendía lo que me estaba diciendo.

-¿Perdón.?

-Así iremos a la conferencia, con cabellos mojados y sin maquillaje, pero no pienso dejarte ir, y terminado de decir esa frase comenzó a besarme hambrienta de mi.

-No te detengas, le dije entre besos y caricias.

-No pretendo hacerlo, me respondió mientra era devorada por sus besos.

Salimos de la lucha a las carreras, luego de cinco mil besos y tres mil orgasmo, llegaremos tarde, realmente era muy tarde y efectivamente llegamos a la conferencia con los cabellos mojados y muy poco maquillaje, ella entro tomándome de la mano y todos en el salón no dejaban de mirarnos, pero por primera vez no me sentía intimidada por nadie, Mía me trasmitía su seguridad.

La solté pare sentarme en el mismo puesto que la vez anterior, ella me miro confundía y me dijo no con la cabeza, y con su mirada me señalo el puesto que estaba a su lado, me sonreí un poco y me senté.

Ella comenzó hablar al publico y explicar que era lo que se quería para el teatro, los colores y las dimensiones, yo estaba absorta a lo que ella decía, ella de vez en cuando me miraba y me sonreía, por un momento me sentí viviendo en mi cuento de hadas, un cuento con dos princesas, lo que necesitaba en mi vida.

Salimos almorzar, estábamos agonizando del hambre, hablamos de la decoración, de nosotras de a donde me llevaría en la noche, nos reíamos y la gente nos miraba algunos con ternura, otros confundidos pero yo estaba feliz y no me importaba la mirada de la gente, solo la de Mía.

Volvimos al salón de conferencias y comenzamos hablar del proyecto, de nosotras de los tan solo cinco días que pasaría con ella, Mía solo me decía: -No te adelantes a los acontecimientos, espera que llegue el momento. Y en realidad tenia razón, pero yo en mis adentro sentía miedo, miedo de irme y dejarla.

Llego el momento mas esperado, en la mañana presentaría mi proyecto y en la noche ya sabríamos quien seria el encargado de la decoración de tan importante teatro.

Aunque me costo mucho convencer a Mía que no interfiriera por mi al momento del que el jurado llegara a la selección, me cumplió, le dije que ya me sentía ganadora al conocerla y al compartir los mejores cincos días de mi vida, y que si ella abogaba por mi, los chismes de pasillo pasarían a ser una realidad, porque muchos pensaban que mi relación con ella era de sumo interés.

No gane, pero me sentí triunfante, inclusive ese día salimos a celebrar, caminamos por las calles de París, aunque no hablamos del tema yo me sentía muy triste de volver a estar separada de ella. ¿Como podríamos mantener una relación a distancia?

-Gracias por estos momentos, le dije rompiendo en silencio.

-¿Te estas despidiendo?

-No, le respondí -Solo te agradezco, la pase genial.

No tienes que darme las gracias, yo también disfrute mucho de estos cincos días a tu lado.

Ambas guardamos silencio por unos cortos tres minutos, mis pensamientos agobiaron mi cabeza y una lagrima corrió por mi mejilla.

Ella me tomo fuerte de la mano, y busco mi mirada, yo baje la cabeza no podría verla a los ojos, realmente no quería que las cosas terminaran así, la amaba, realmente la amaba.

-No entiendo porque lloras, me dijo con una suave voz.

-¿Te volveré a ver? tenia que preguntárselo, no podía irme con esa duda.

-No vas a dejar de verme.

-Mía, si no te has dado cuenta, mañana debo volver, y a través de una webcam no voy a poder tocarte, ni besarte puedes entender que ya nada sera igual, que mi cuento de hadas termina aquí en estos momentos, y mientras hablaba mis lagrimas eras mas notable, me dolía el corazón, me dolía el alma.

-No has entendido mujer, me dijo secando mis lagrimas.

-Que es lo que no he entendido Mía.

-Que no vas a dejar de verme, me volvió a decir mirándome con su hermosa sonrisa.

-¿Porque me dices eso? te he dicho que ahora verte por webc.... cubrió mis labios con los suyos, para que dejara de hablar y luego de un tierno beso me susurro al oído.

-Me voy contigo.

Yo me quede inmóvil , ¿será que escuche bien,? ella busco mi mirada y parpadee un par de veces y le dije.

-¿Que has dicho?

Y mostrándome un boleto de avión, me respondió -Me dijiste que no interviniera por ti, y como sabia que ellos no te aceptarían como ganadora y no por tu excelente trabajo, porque fuiste una de las mejores sino porque estabas saliendo conmigo, renuncie y decidí volar contigo, irme contigo y ser feliz contigo claro si te parece bien.

-Claro que si quiero, le dije mientras me lanzaba sobre ella y comenzaba a besarla diciéndole te amo, tras cada beso, te amo, te amo.

Ella me miro a los ojos, y su tierna mano quito un mechon de cabello de mi ojo, diciéndome... Yo también te amo mujer.

Quiero agradecer a todas esas personas que me impulsaron a seguir escribiendo, sus comentario me llenaron de satisfacción y alegría. Quiero decirles que me siento contenta conmigo mismo porque por momentos pensaba que no iba lograr terminarlo, y todo se lo debo a ustedes, realmente muchas gracias y amen por esos lindos deseos.

Mi esposo @julioromero cuando leyó esta historia, me miro y me dijo: Sabias que así comenzó la escritora de Barney, escribiéndoles cuentos a sus hijos, le diste una magia increíble te felicito

Así que mi queridos lectores me siento muy contenta de lo que he hecho. Una vez mas gracias. Mil gracias...

Relato de mi Autoria.

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