Los guerreros de terracota
Para comenzar, Algunas culturas orientales han mantenido la creencia no solo de que existe vida después de la muerte sino como en el caso de la cultura china, que esa vida puede ser aun mas temible y peligrosa que la existencia terrenal.
La historia del ejercito subterraneo empieza con Ying Zheng, que llego al poder como rey del estado de Qin a los 13 años, en el 246 A.C.
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El mismo ambicioso y despiadado, se convertiría en Qin Shi Huang. El primer emperador de china después de unir sus 7 reinos en guerra. Su reinado duro 36 años, este vio muchos logros históricos, incluyendo un sistema universal de medidas y pesas, un solo alfabeto estandarizado para toda china, y una barrera defensiva que más tarde llego a conocerse como la gran muralla china.
Pero quizás Qin Shi Huandg dedico mucho esfuerzo a asegurar su legado histórico ya que estaba obsesionado con su mortalidad tanto así que paso sus últimos años empleando desesperadamente a alquimistas y llevando a cabo expediciones en busca del elixir de la vida que le ayudarían a alcanzar la inmortalidad. Sin resultado alguno en el primer año de su reinado, empezó la construcción de una enorme necrópolis subterránea llena de monumentos, artefactos, y un ejército que lo acompañara en la otra vida, donde continuaría su gobierno.
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Este magnífico ejercito sigue en pie y en formación de batalla precisa, esta se divide en varias fosas. Una contiene un cuerpo principal de 6000 soldados, donde cada uno pesa varios cientos de kilos, una segunda fosa que cuenta con más de 130 carros de guerra y más de 600 caballos, y la tercera alberga a los altos mandos. Una cuarta fosa vacía sugiere que el gran proyecto no puedo ser terminado antes de la muerte del emperador. Además, las cámaras cercanas contienen estatuas de músicos y acróbatas, trabajadores y funcionarios del gobierno, lo que indica que el emperador Qin tenía más planes para el más allá que simplemente librar guerras.
Todas las estatuillas están esculpidas en terracota (eh ahí su nombre), o en tierra cocida, un tipo de arcilla de color marrón rojizo. Para construirlas varios talleres y aparentemente más de 700.000 trabajadores fueron empleados por el emperador, incluidos grupos de artesanos que moldearon cada parte del cuerpo por separado, ya que ningún soldado se parece a otro, cada arma y uniforme contienen algún detalle que indica su rango militar o etnia. Incluso cada expresión es distinta dando homenaje a los verdaderos guerreros del ejercito del emperador. Originalmente, cada guerrero fue pintado en colores brillantes, pero su exposición al aire hizo que la pintura se secara y cayera, dejando en descubierto la base de terracota.
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Así mismo misma existe otra cámara a menos de 2 kilómetros de distancia que no se ha excavado. Esta es la tumba real de Qin shi Huang, que se dice que contiene palacios, piedra preciosas y artefactos. Pero hasta que no se encuentre una manera de excavarla sin dañar los tesoros que hay dentro, la tumba permanecerá sellada.
Representacion de la tumba de Qin
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Actualmente ya después de 2.200 años no se refleja solo el temor, la culpa y el poder de un hombre, sino también la destreza de miles de artesanos que se dieron al mundo un ejército inmortal.
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