Es posible evitar caer en desanimo y desesperación. Lee aquí cómo.

Pequeña receta para tiempos tormentosos

En segundo lugar quiero dedicarlo a mis hermanos venezolanos, sea cual sea su situación y dondequiera se encuentren.

Finalmente a todos los ustedes, los que no entran en ninguno de los dos grupos anteriormente nombrados, pero que no quieren dejarse arrastrar por sus problemas. Gracias a todos por inspirarme.

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Cómo actuar en la adversidad

Quedarse en el suelo no es una opción. Es válido caer, también lo es curarse las heridas y hacer el recuento de los daños, pero no el quedarse hundido. Si tomas eso como principio, siempre vas a buscar surgir nuevamente. Recuerda "quedarme en este estado no es una opción".

Segundo: De todo se puede aprender. Sí, ya sé que eso suena a cliché, pero es la verdad. Si buscamos conscientemente un aprendizaje de todo lo que nos pasa, especialmente de lo malo, lo vamos a obtener.

Tercero: Las crisis son oportunidades para crecer, para cambiar y evolucionar si las sabemos aprovechar. Otro cliché que también es cierto. En este momento en Venezuela, por ejemplo, hay cientos de experiencias hermosas que están surgiendo gracias a la crisis. Hay más solidaridad, compasión, empatía. Muchos están trabajando en favor de los menos favorecidos, sin esperar ninguna recompensa a cambio; esto es en ámbitos colectivos, pero también se aplica a crisis personales.

Toda persona que llega a nosotros es un maestro de vida. Si adoptamos esta otra creencia, no nos quejaremos más de nadie, aunque nos haga daño. Esa persona algo nos va a enseñar, de esa mala experiencia (amorosa, amistosa, comercial o de cualquier índole), surgirá un YO con alguna habilidad o aprendizaje nuevo adquirido. Si tienes que decirle adiós, hazlo también dando las gracias.

Agradece por lo que tienes y no te quejes más por lo que te falta. Ese es uno de los grandes secretos de la felicidad.

Por último quiero compartir un fragmento de un escrito que me envió esta mañana mi querido profesor y colega Argenis Damas. Sé que él mismo está pasando por una situación difícil, sin embargo se empeña en no dejar de enseñar, de sonreír y de alegrarnos la vida a todos los que hemos tenido el privilegio de coincidir con él en esta vida.

El mundo que amo en la felicidad que vivo (fragmento)

Siento la felicidad como un camino, este que voy recorriendo, donde suceden cosas, y dependiendo de la actitud que asuma ante ellas vivo alegría o tristeza, aunque siempre salgo fortalecido y eso me hace sentir, también feliz.

No dejo pasar momentos si asignarles el verdadero valor que tienen para mi aprendizaje, esto que escribo,¿ a quien llega?,¿ qué efecto tendrá?, todo me nutre.

Pienso y siento a los maestros que cada día tocan mis momentos de luz y extraigo el tuétano de ellos. Pasan frecuentemente por mi lado y permito que se queden para siempre. Me dieron algo, lo descubrí, lo tome, y ahora puedo alimentar a otros.
Disfruto de las cosas sencillas, como mirar mis pasos al recorrer una senda, observar a mi sombra seguirme y acompañarme, buscando que la soledad y el silencio tengan un sentido. Tocar las hojas de los árboles y aprovechar su aroma, perfumarme y aceptar que nos pertenecemos...

Muchas gracias por estar, por leer y dejar sus valiosas opiniones, de ellas también aprendo.

"Las personas felices se enfocan en lo que tienen; las personas infelices se enfocan en lo que les falta"