Ciclo de Neurociencias. Semana 1: Neuronas en las tripas ¿Y para qué? parte I

A partir de hoy, iniciaré una serie de publicaciones semanales dedicadas al mundo de las neurociencias. Serán en un lenguaje lo más entendible posible, pensando en las personas no familiarizadas pero interesadas en el tema, que deberíamos serlo todos, ya que forma parte del autoconocimiento, importante en nuestra vida.

Bueno, empecemos: Para poder hablar de neurociencias, tenemos que hacerlo primero sobre las reinas del Sistema Nervioso: Las Neuronas. Suponiendo que aquí todos saben lo que es una neurona, solo voy a decir algunas pocas cosas acerca de ellas.

Como ya dije, la neurona es la célula estrella del Sistema Nervioso. En parte es igual que las demás células del organismo, tiene un cuerpo y un núcleo con información genética, etc., pero por otro lado es muy diferente a las demás y esta diferencia es las que las hace únicas y maravillosas. Una de las diferencias más importantes es que las células de cada órgano son siempre iguales, por ejemplo las células del hígado son todas células del hígado y son iguales, lo mismo pasa con el riñón, pulmones y cualquier otro órgano. No es igual con las neuronas, ya que hay varios tipos de ellas y de tamaños y formas diferentes, de hecho pueden ser muy grandes; una neurona puede medir la mitad de tu cuerpo, mientras que otras son microscópicas.

Se suele creer que la función de las neuronas es la de hacernos pensar, ¿verdad? Seguramente habrán escuchado dichos, chistes y hasta canciones en donde se le pide a alguien que se use las neuronas que tiene o que es bruto o tonto porque se le deben haber muerto las neuronas; hasta Shakira le regala a su amado "las pocas neuronas que quedan..." siempre dando a entender que ellas sirven para razonar o pensar. Pues déjenme decirles que este conocimiento popular, aunque puede ser cierto, dista mucho de ser toda la historia. Ya les cuento porqué.

Ya les había contado que nuestras amigas las neuronas son muy versátiles, pero esto no es solo en la forma, sino también en su función. Es cierto que algunas neuronas nos sirven para pensar. Ellas están en la corteza cerebral, la capa más externa del cerebro, y son las causantes de diferenciarnos de los animales, dándonos las capacidades de razonar, pensar, resolver problemas, prestar atención, memorizar, planificar, hablar y todas las llamadas "Funciones Mentales Superiores" de las que disfrutamos solo los humanos. Pero hay otras neuronas que cumplen funciones diferentes e igualmente importantes: Unas con funciones sensitivas/sensoriales y otras con funciones motoras. Las primeras encargadas de hacernos sentir: dolor, presión, temperatura, placer, así como de disfrutar de los demás sentidos: ver, oler, saborear, escuchar; y las segundas van a los músculos para que nos podamos mover. Así que en este momento, mientras lees esto, las neuronas motoras de tus ojos están en pleno funcionamiento, aunque no entiendas una palabra de lo que digo. A ellas no les incumbe tu inteligencia, solo que seas capaz de seguir las letras con la mirada.

Volviendo al principio, decíamos que las neuronas son las células principales (no únicas) del Sistema Nervioso, vale decir el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos... Entonces, ¿Qué hacen 100 millones de ellas en nuestro tracto digestivo?