La Bibliotecaria - Relato de una persona trastornada.

in #spanish6 years ago (edited)

Se supone que ha de haber silencio en una biblioteca, siempre creí que debía ser así...


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    Aquella tarde me dirigí a la biblioteca más cercana, era la primera vez que lo hacía. Quedaba a pocas cuadras de donde residía por aquel entonces. Debo confesar, que nunca me había atrevido a ir por miedo a encontrarme con caras conocidas en aquel lugar; qué ridículo, pensar que ellos podrían estar allí, es inaudito.

Volviendo a lo que nos compete, ese día no tuve alternativa alguna y no soportaba más el encierro. Me urgía salir de aquella agobiante habitación de paredes blancas para leer cualquier cosa; pues, no había podido dormir durante toda la noche, estaba trasnochado. Salí con premura al ver que eran las tres de la tarde, en un par de horas cerrarían el lugar.

Para ir a la biblioteca, tuve que caminar por un intervalo de quince minutos, como referencia estaba ubicada cerca de un semáforo de la avenida. Sin embargo, por fortuna, pude llegar a tiempo; la edificación tenía unas grandes rejas negras que se encontraban abiertas de par en par, parecía que me esperaban. Me detuve por un momento a observar la estructura del recinto y decidí entrar hasta la recepción.

Debo resaltar, que aquella biblioteca, solo era un anexo, una extremidad, perteneciente a una casa de cultura un tanto abandonada lo cual se notaba en el desgaste de sus paredes, su fachada era lamentable. Lucía como una obra inerte y olvidada; dejada a un lado por la comunidad que poco le interesaba crear y creer en lo artístico, desechada como si no tuviera valor alguno, pero frecuentada por una minoría que suele sumergirse por horas en un mar de libros y que ante la música, suele levitar fluyendo entre lo armónico. La misma minoría que adora las artes plásticas y obras teatrales, a la que suelen decirle locos y distraídos; poco realistas y demás.


    En la recepción había dos bancos de metal, que a mi parecer, estaban fuera de contexto. Parecía como si alguien hubiera decidido lanzarlos allí, sin importar siquiera, el hecho de que uno estuviera atravesado y diera hacia la entrada del lugar.

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Precisamente en cuyo banco, estaban dos individuos sentados en él, veían a ninguna parte, con los ojos bien abiertos. Aparte, al lado izquierdo del banco, otro yacía en cuclillas aferrado a un bastón y con sus ojos cerrados. Debido a los rasgos achinados de sus ojos, era difícil ignorar a aquel personaje, a pesar de ser mulato. Me acerqué a ellos y pregunté:

    — ¡Buenas tardes! ¿Podrían decirme cuál es la sala de la biblioteca? Todas parecen estar cerradas.

Debí haberlo notado al entrar, percatarme de ello, pero mi mente, como de costumbre, estaba nublada por pensamientos innecesarios. Por ende, no había caído en cuenta sobre la discapacidad de aquellos tres individuos, era tan obvio... Ninguno me miraba fijamente, los dos que tenían sus ojos exageradamente abiertos, parecían estar en uno de esos viajes que te otorga el consumir LSD. Sus miradas no posaban sobre mí en ningún momento y, como una persona desorientada, sus cabezas se movían en todas las direcciones y sus caras, denotaban cansancio y una pesadumbre incalculable.

A mi favor puedo decir, que el sopor debido a que no pude dormir la noche anterior, no me permitía permanecer en un estado de vigilia lúcido y, como quien requiere que le expliquen algo una y mil veces, con sus respectivos ejemplos; me di cuenta que estaba frente a tres ciegos, esto, cuando el que estaba de cuclillas respondió a mi pregunta.


    —Es la que está cerca de las escaleras, no sé si estarán trabajando hoy —respondió mientras seguía aferrado al bastón, sin abrir los ojos en ningún momento.

  — ¿Las escaleras? —pregunté sorprendido y comprendí, que era yo quien estaba desorientado, perplejo ante los rostros de los tres individuos.

Desde donde estaba, a mi derecha, solo veía unas escaleras que daban a un segundo piso y de frente, a pocos pasos, estaba otra puerta que daba a lo que parecía ser, la parte trasera del edificio. Sin embargo, a mi izquierda visualicé tres puertas más, cada una tenía pegado un papel con el nombre de cada sala y decidí acercarme hacia las escaleras. Efectivamente, detrás de las escaleras, un pequeño pasillo llevaba a una puerta de madera sin cerradura alguna, al percatarme de ello, sentí cierta emoción.

  — ¡Gracias! ¡Parece que si están trabajando! ¡La puerta está abierta! —exclamé adentrándome por el pasillo.

    —De nada hermano —concluyó el ciego.


Lleno de pensamientos que carecían de sentido, entre en la biblioteca. Era una habitación pequeña cuyos estantes estaban repletos de libros interesantes. Una sensación indescriptible se apodero de mí, era tan gratificante estar allí, ver tantas obras literarias, contemplar la organización por áreas del conocimiento; no había duda, era una de las mejores sensaciones que albergan en mi vida, emociones, que solo emergían cuando visitaba ese tipo de estancias.


    — ¡Excelente! Creo que podré leer algo hoy —pensé.


    En aquella habitación, solo había tres mesas, dos de ellas, colocadas una junto a la otra haciéndola parecer más larga, como las que se acostumbra a ver en los castillos; precisamente allí, dos señoras se encontraban hablando y, al entrar, dirigieron sus miradas hacía mí. Salude de forma educada y solamente una respondió el saludo.

Y pensar que la que no correspondió mi saludo, mirándome con desdén, era la bibliotecaria. De haber previsto lo que ocurriría, le hubiera puesto una cara de perro que le haría saber que era mejor no molestarme.

A pesar de todo, estaba muy emocionado de estar allí. Después de notar que la otra mesa no estaba ocupada, proseguí a anotarme en una libreta la cual estaba encima del escritorio cercano a la puerta; en ella, llevaban el control de quienes visitaban el lugar. Y justo en ese momento, un anciano de unos setenta años de edad cruzó por la puerta.

Recuerdo que era alto y delgado, canoso por demás. Su vestimenta era rudimentaria y de colores apáticos, a mi parecer, su aspecto era idéntico a un protagonista de alguna película sobre la Habana-Cuba. Su pelo era malo y su encorvadura, me hizo pensar también, que probablemente así lucía un integrante de una banda de jazz, tan solo necesitaba colocarse un par de lentes y llevar algún instrumento a cuestas.

Para mi sorpresa, este personaje que salió de la nada, paso directo hacia la mesa que se encontraba vacía, se sentó sin más y, continuó lo que estaba leyendo mucho antes de que yo llegara. Mis pensamientos no habían cesado y llovían precipitadamente, uno tras otro, calaban fuertemente haciéndome creer que perdería el juicio; pero los controlaba, había logrado hacerlo desde hace mucho; pues quería la mesa para mí solo y deseaba con ansias que el anciano se levantara de ahí.

Al terminar de proporcionar mis datos sobre aquel papel, tuve que dejar mi bolso en uno de los casilleros cercanos a la entrada; esto, luego de sacar uno de mis cuadernos, acostumbraba ir con ellos a donde fuera, nunca se sabe cuándo haga falta escribir. Me dispuse a deambular por el lugar, mi mirada era como la de un niño en una juguetería, sonreía como un demente al ver cada título, me asombraba con cada autor de renombre que me encontraba.

En todo ese tiempo, las dos señoras no habían dejado de parlotear y, su conversación podía oírse con claridad por toda la habitación. Tal parece que la que me correspondió el saludo aspiraba ser bibliotecaria, lo pude deducir por lo que hablaban. Eso quería decir, que la otra, la que se mostró disgustada al verme, era la encargada del lugar, de esa forma me enteré de ello.

Luego de pasar por cada estante, me hice con un libro de psicología el cual estaba leyendo días atrás en la otra biblioteca a la que voy con frecuencia. Después de sentarme en la misma mesa donde estaban ambas señoras, noté la intensidad del ruido en mi cabeza, me conocía, sabía que así no entendería nada de lo que iba a leer; por ende, me levante de la silla y me dirigí al área de poesía, recordé que unos minutos atrás había visto una antología completa de Pablo Neruda y, pensé que me sentaría mejor leerlo a él en aquel momento.

Me senté nuevamente y comencé mi lectura. A tan solo unas cuatro sillas de distancia, ambas señoras seguían con su cháchara, no dejaban de hablar e intenté ignorarlas.


    —En algún momento cerrarán la puta boca, concéntrate y lee —pensé.


Luego de unos diez minutos que me parecieron eternos, la que aspiraba ser bibliotecaria, se despidió de la vieja antipática y se fue. Por lo que dijo antes de irse, estaba muy agradecida y, no pude evitar sentir cierto asombro; pensaba sobre como esos detalles se nos escapan, puesto que pocos reparan en ese hecho, en que quizás, justo ahora, alguien se encuentra instruyéndose y recibiendo orientación para hacerse cargo de una biblioteca.

Tras la partida de la vieja, respire algo aliviado; imagine que el silencio se apoderaría de la habitación, que podría disfrutar de una lectura amena, pero no fue así. La bibliotecaria continuó con sus actividades, las cuales, pude deducir más tarde, consistían en correrme de aquel lugar y no dejarme leer en paz.

Al cabo de un rato, el anciano de aspecto cubano se levantó de la silla y se retiró, quedándome así a solas junto aquella persona que parecía aborrecer mi presencia. Nunca pude llegar a ver con exactitud lo que hacía la bibliotecaria, puesto que no despegué mi mirada del libro en ningún momento; ya que, a pesar de molestarme, acostumbro a callar y trato de ser tolerante. Y honestamente, no quería darle el gusto, sé que lo hacía adrede; su comportamiento esa tarde lo dejo claro, no había duda de ello.

Ella, caminaba por el lugar arrastrando los pies, pasando por donde yo estaba a cada rato. En un momento determinado, volvió a sentarse donde estaba anteriormente; acto seguido, comenzó a organizar unos libros que estaban en el estante cercano a ella, parecía estar quitándoles el polvo; mientras Neruda me deslumbraba con sus versos, ella golpeaba fuertemente la mesa.


Neruda decía: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche… “


La bibliotecaria orquestaba: ¡Pum! ¡Pum! ¡Cataplán! ¡Plum!


Yo seguía sin verla directamente, lo hacía por el rabillo del ojo, podía sentir su mirada también; encima de mí, me incomodaba ese hecho. Era intencional, sabía que era así. De lo contrario ¿Por qué golpearía con tal afán la mesa? ¿Qué ganaría con ello? ¿Acaso tenía algo en contra de mi persona? ¿Por qué me veía con tal desprecio? ¡Maldita! ¡Es una maldita!

De mi ser iba enervando la cólera, me percaté de ello por cada pensamiento que cruzaba por mi mente; estábamos solos en aquel lugar, no pude evitar pensar en ensuciarme las manos y salir de allí con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, hice mi mayor esfuerzo por controlarme y continuar con mi lectura. Al rato ella se levantó y comenzó a dar vueltas nuevamente, hasta sentarse por fin en su escritorio.

Al cabo de un par de minutos, un sonido irritante comenzó a oírse por toda la habitación; similar a quien come con la boca abierta, era como si careciera de dientes e intentará mascar chicle o despresar un pollo con sus encías. Era extremadamente estresante, sentí que no aguantaría más, seguía sin despegar la mirada del libro y la tensión en mi cuello se acumulaba a cada minuto. Su escritorio quedaba a siete metros de distancia, precisamente a mi derecha y yo, totalmente expuesto a su mirada; sentía una exasperación incomparable.

Había perdido el hilo de mi lectura y al estar tan cegado, no lo había notado. Mis manos pasaban las hojas y mi mirada posaba entre las líneas de cada párrafo; pero mi oído y mi mente, solo prestaban atención a ese sonido. Ella mascaba y mascaba, lo hacía cada dos por tres; mi irritación aumentaba y la idea de agarrarla por el cuello y asfixiarla, ya no me parecía tan alocada.

En ese instante, se levantó dirigiéndose hacia la papelera, botó la envoltura de lo que estaba comiendo y, lo hizo a lo grande; sin verla, deduje que la apretujo entre sus manos antes de lanzarla al cubo. El ruido que provocó todo aquello, termino por sacarme de quicio y dirigí finalmente mi mirada hacia su persona que me daba la espalda.

Anhelaba matarla, creo no haber visto a alguien con tanto odio desde que era tan solo un niño; desde que mi hermano me humillaba frente a sus amigos, lo hacía cada vez que jugábamos cerca de la casa; a ellos les parecía tan divertido, nunca pude entenderlos. Estaban enfermos, mi hermano y sus amigos, al igual que esta bibliotecaria, todos lo estaban; pero yo no era mejor que ellos, por fortuna, para los familiares de está anciana y para ella, me percaté de eso a tiempo.


Deje el libro a un lado sobre la mesa y abrí mi cuaderno, calculo que debo tener más de media hora escribiendo esto, no he parado en ningún momento, solo escribí y escribí. Ahora llegó una señora de mantenimiento y comenzó a parlotear con ella, sé que ambas llevan largo rato observándome; lo hacen manera disimulada, no es para menos, debo parecer un autista frente a estas hojas, un desquiciado que necesita drenar su locura para no dañar a otros.

Justo ahora, pienso en los tres ciegos que me conseguí en la entrada y, a lo lejos, escucho que alguien toca una guitarra, siento curiosidad por saber de qué se trata. Honestamente, no he logrado conciliar el sueño últimamente, quizás por eso me haya irritado tanto el día de hoy. Creo que aprovecharé también para fumarme un cigarrillo, de momento, es lo mejor que se me ocurre hacer. Se supone que ha de haber silencio en una biblioteca, siempre creí que debía ser así.



¡Gracias por haber llegado hasta acá!

Espero que hayas disfrutado de este relato querido lector, en esta ocasión, quiero hacer una mención especial a la Srta. @antoniarhuiz; le estoy muy agradecido por ayudarme con las correcciones de la narrativa y, por enseñarme cosas de vital importancia en el proceso.

La imagen de portada y el banco de metal, más, las dos viejas parloteando, son de Pixabay.com. La cuarta imagen que utilice cuando el personaje entra en la biblioteca, es por cortesía de Stas Ovsky fotógrafo de Unsplash.com. El resto, son de Kisspng.com, espero que puedas nutrirte de este excelente banco de imágenes, me resultó de mucha utilidad.

Todas y cada una de las imágenes, fueron editadas en PhotoshopCs5, agregándole así, detalles frutos de mi creatividad y, ajustándoles la resolución a algunas.


CC

Sort:  

Pensamos que la terminarías matando... Por lo menos en la biblioteca, aunque no leíste en paz, entrenaste tu paciencia y tolerancia jejeje... Para nosotros este post merece una súper recompensa.

En CAPZA hemos iniciado a hacer curación, por ahora no podemos darte todo lo que te mereces, pero esperamos ir creciendo de a poco y que en un futuro podamos dejar recompensas satisfactorias... ¡Porque tu post lo vale!. Nuestro objetivo es crear comunidad y que podamos todos crecer en conjunto.


Si deseas, puedes seguirnos en steemit, y observar también el contenido que tenemos en nuestra página web: https://capzaproject.com/ ¡Visítanos!

Hasta pronto, y continúa con el buen trabajo.

-Equipo CAPZA.

Genial, espero que su proyecto sea próspero. Que bueno que les haya gustado mi relato en primera persona, aprovecho para saludar a todo su equipo.
Gracias por sus palabras y su tiempo, los visitaré, cuenten con eso.
¡Saludos!

Saludos príncipe @psi1826. Esa bibliotecaria es demasiado impertinente ja,ja,ja... Gracias por la mención, para mí fue un gran placer compartir contigo.

Hola Srta. @antoniarhuiz, espero que se encuentre bien. No tiene nada que agradecer, yo soy quien esta agradecido por el apoyo que obtengo de su parte. Ciertamente, esa señora, era poco tolerable, por fortuna se topó con un personaje que no parece matar ni a una mosca ja, ja, ja...
¡Saludos!

Excelente, me sumergí mucho en el relato. ¡Qué irritante esa bibliotecaria! Lo bueno es que el muchacho no hizo nada de lo que luego se arrepintiera.
Sigue creando tan buen contenido como este, un brazo.

Hola @sanchezal95, que grato es leer tu comentario, ciertamente, esa bibliotecaria era una caso. Seguiré esforzándome en cada una de mis creaciones, espero que estés bien querida.
¡Saludos!

Hola @psi1826, muy bueno esta historia de verdad que la leí de principio a fin. Tienes talento para esto, esa bibliotecaria la agarró contigo. Le hubieras lanzado un volumen de la "Enciclopedia Espasa" esa debe pegar duro sin necesidad de ahorcarla y malgastar tantas energías jeje. Recuerda lo que te dijo @garybilbao, saludos bro.

Amigo @gabrielb, gracias por tus palabras, hago mi mejor esfuerzo.
Quería contarte algo tras leer tu comentario, me pareció apropiado hacerlo:

Tengo una amiga a la cual estimo mucho, ella escribe de manera excepcional, tanto, que oso a decir, será escritora profesional dentro de unos años o puede que antes. El punto es, que una vez, tras leer uno de sus escritos, le hice mi apreciación al respecto y fue algo muy parecido a tu comentario. En mi caso, me sentí abrumado y lleno de tristeza al leer lo que ella compartió conmigo, intenté compadecerme ofreciéndole mi apoyo y en el acto, ella me dijo lo siguiente:
"¿Por qué crees que eso me esta ocurriendo a mi? El escritor crea y transforma, no siempre se deben experimentar los sentimientos para plasmarlos o verse envuelto en dicha situación; quien escribe puede hacerlo desde la nada y, describir en ocasiones, aquello que creer conocer e incluso, lo que desconoce"

Obviamente, ella me lo dijo con otras palabras las cuales no recuerdo con exactitud, yo solo quería compartir dicha anécdota contigo, pues, tiene mucha razón. Crear es un proceso maravilloso y a la vez infernal, te da la potestad de hacer lo que te plazca con los personajes, de contar la historia de la forma que quieras, es realmente emocionante en ocasiones.

Gracias por la lectura bro, espero que puedas entenderme y, si lo hago, es por qué tengo pensado seguir escribiendo relatos en primera persona, mejorar y progresar.
¡Saludos hermano!

¡Oh! Quedé petrificado al verla... ¡Mil gracias por el apoyo familia mitológica!

Haces que me traslade al lugar de los hechos tan solo con leerte. Maravillosa manera de describir y escribir. Sigo leyendote amigo!

¡Hola mila! Que gusto es verte, siempre lo es.
Gracias por tus palabras querida, espero que te encuentres de maravilla.
¡Saludos!

@psi1826, Broth tenia días sin leer ningún posts de ti... Esta muy bueno men... Yo hubiese perdido la paciencia con la bibliotecaria sin duda alguna... Saludos manito.

¿Que hay bro? He estado un poco ausente, sigo poniéndome al día, pero ahí vamos, poco a poco.
Gracias por tu apoyo mi hermano, es bueno saber que te ha gustado.
¡Saludos!

Te digo que disfruté mucho tu relato. Me lo gocé, jajajaj. Esa vieja provocaba era darle con un diccionario de la RAE o una mega enciclopedia por todo el lomo y mínimo dejarla inconsciente y el chamo siguiera leyendo tranquilo sin interrupciones.

Me gusta tu estilo de narrar, es bastante descriptivo y atrapas en lo que cuentas. Vi detalles de ortografía, uno que otro acento, nada grave pero si debes corregirlo, al menos en este post.

Muy bueno @psi1826. Te felicito. Pienso que deberías estar más alto en reputación. ¿te estás promocionando bien?

Un abrazo.

Gracias por tu comentario y por pasar a leer Gary. Me alegra saber que te ha gustado el relato bro, sobre los detalles, trabajo en ello; lamentablemente la que me estaba ayudando con eso, se mostró indispuesta para los arreglos finales; sin embargo, no dejo de agradecerle por la ayuda, he aprendido mucho de ella y, espero seguir mejorando. Respecto a la reputación, más tarde te contacto por discord, si tienes alguna sugerencia, estaré dispuesto a escucharla; la idea es ayudarnos en lo que se pueda y hacernos con herramientas que nos permitan surgir del fondo de este vasto océano.

Enormemente agradecido por tu comentario hermano, es bueno verte nuevamente por estos lados.

¡Saludos!

Saludos, @psi1826--- Qué bueno el manejo de la Tensión estática en este cuento... Muy divertido que lo mantengas atrapado a uno en la espera de un crimen que no llega... Uppsss eso último sonó a spoiler jejeje

Saludos @yomismosoy. Gracias por la crítica, me ha gustado y, sobre el spoiler; esperemos que lean el relato antes de leer los comentarios ja, ja, ja....
¡Gracias por pasar a leer mi hermano!

Bueno, se supone que en la literatura no valen spoilers. Todo el mundo sabe que Romeo y Julieta terminan muertos pero igual la historia funciona jejeje

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