Mi Wakanda & Ciudades Gemelas

Todo se aprende de a poco, así como en las familias se forma el núcleo de una sociedad, y en las pequeñas enseñanzas se forjan las personas más brillantes, el nacionalismo tiene mucho que ver con ese amor que sientes por tu casa, por tu vecindario, por tu ciudad.

El nacionalismo es una expansión de tu regionalismo, grandes exponentes de este sentimiento son mis hermanos zulianos, pocas veces he visto tanta devoción por lo suyo como los ruidosos amigos de ese estado tan cercano al sol y a su gente.

Cuando hablo de mi “pueblo” las personas posiblemente se imaginen una especie de wakanda con mangas de coleo, también es algo extraño para mis conocidos oírme decir que soy un llanero, cuando muy poco monto a caballo, y pocas veces he vestido un borsalino u otro sombrero característico por lo que conocen a los que somos de estas partes del país.

Mi pueblo es una ciudad hermosa, y como no ha de serlo, si todos sus rincones están pintados con la subjetividad de mis mejores recuerdos, de las calles nunca volví a ver huecos ni pinturas de sus paredes, solo veo las veces que camine bajo el inclemente sol o con una lluvia de Mayo, pero con felicidad en el rostro.

Su más emblemático parque está intentando seguirle el paso al tiempo y luchar contra la desdicha de ser abandonado, sin embargo cuando paso por el, aun desde la calle puedo verme en una banqueta junto a mi novia de esa época dorada donde el amor es AMOR, y los añadidos no se conocen.

Los pueblitos cercanos me huelen a Chicharrón y Cachapas, como las que iba a buscar con mi abuelo, sus carreteras se sienten tan grandes y floreadas como cuando aprendía a manejar en un Marabú 77 impecable.

Fuente

El terruño se lleva en el alma, mis hijas son llaneras, no quise que fuese de otra manera, y si en la radio se escucha una canción de Reinaldo Armas o de Jorge Guerrero, antes que mis anglo-parlantes acostumbradas a Disney intenten articular alguna artimaña para cambiar de estación les recuerdo, de allí venimos y debemos sentirnos orgullosos.

Mis ciudades Gemelas como las llaman, mi Espiga, mis mangas de coleo, y hasta mi Pista de piques de Dileo. Todo conforma la ciudad más hermosa del mundo cuando la ves desde mis ojos.

¿Cómo es tu ciudad natal?

White F.