Este soy yo

Llegué aquí por algo casi tan fatuo como la casualidad. Estudio, trabajo, y con mi corta edad he desarrollado un gusto particular y casi sectario hacia la literatura -se presente como se presente-, gusto que me ha impulsado a escribir. Crónicas, anécdotas, poesía, pensamientos y reflexiones, todas condensadas en breves y medios escritos que poco a poco he ideado, y que hace no mucho tuve la desgracia de perder por cosas de la vida y de la naturaleza carnívora que acoge a mi nación y a mi ciudad. No cumplo mayor objetivo que el de presentarme, pues, como soy: sencillo, transparente y sincero hasta decir basta.
No soy de muchas palabras; no porque no haya mucho que decir, sino porque en una línea puedo condensar tantas ideas como pensamientos tengo en todo un día. Para ejemplo: hace no mucho hice un ensayo sobre El coloquio de los centauros de Rubén Darío; si mal no recuerdo fue Astilo quien dijo:

El enigma es el soplo que hace cantar la lira.

Cinco páginas de ensayo -que tuve que resumir en dos por las pautas que me dieron- realice pensando exclusivamente en esta línea de texto, y sin embargo me quedé bastante corto con todo lo que significa ese conjunto de diez palabras que te invitan a la reflexión profunda de lo que representa realmente el ser, el motor de búsqueda para tu vida, y lo que eres tú mismo.
Me encanta debatir y tener discusiones serias. Amo cuando una persona con ideas opuestas a las mías se propone una conversación inteligente de la que puedo aprender y enriquecerme. Y a su vez me gusta pensar que le aporto a alguna persona algo de conocimiento extra. Después de todo, nadie conoce la verdad absoluta -porque no existe- y ninguna opoinión es mas importante que la otra.
Este soy yo. Un modesto romántico cuyo único objetivo es ver, ser y conocer. Explorar por aquí y por allá; hablar, interactuar, convertir este espacio en una especie de refugio propio donde puedo estar tranquilo. Donde sé que puedo dejar huella de mi interioridad.