El Testigo (Relato)

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Era lunes, iba vía al trabajo, de costumbre hago una parada para desayunar, casi nunca repito el mismo sitio en la misma semana, pero decidí esta vez repetir el mismo lugar que el viernes pasado, entonces llegue a tifanny's pedí un desayuno acompañado de un café, la joven mesera tomó mi pedido y me atendieron muy rápido puesto que era el único cliente a esa hora, ella acababa de servirme el desayuno cuando un individuo azotó la puerta del local al ingresar de manera agresiva con un arma en su mano extendida al aire y gritando muy fuerte –esto es un asaltó– todo el personal del local presto rápidamente colaboración y en ningún momento se opuso a ningún mandato, la mesera permaneció inmóvil justo a mi lado con sus manos en el aire, muy asustada pero en total calma, entonces el sujeto se giró a verla y sin contemplación, ni excusas, le disparo en el rostro, asesinándola sin inmutarse, de inmediato empezó a disparar a todos los demás empleados del lugar al compás de una satisfacción perversa en su rostro, por último fijo su mirada en mí, usaba un antifaz y tenía la cara pintada de negro, me sonrió y pude ver sus dientes sumamente amarillos, me apunto unos instantes y entonces abrió la puerta de un golpe, cruzo la calle hacia su auto, me observo detenidamente mientras sonreía de manera enfermiza durante unos instantes, luego emprendió su huida.

Eso es todo lo que recuerdo oficial, luego tomé mi celular y marqué al 911.

–entiendo Sr. De la cruz, una escena terrorífica la que vivió el día de hoy, por suerte para usted una cámara de un edificio cercano pudo grabar los eventos desde afuera descartándolo como sospechoso, realmente esto es un avance puesto que la magnitud de esta masacre no da espacio a que haya sido usted el único sobreviviente–

–necesito hacer una llamada si es posible–

–por supuesto señor de la cruz, está en su total libertad, pero para su seguridad se asignará como un caso de protección a testigos mientras todo esto se aclara si usted está de ¿acuerdo? –

–muchas gracias oficial–

Esa tarde fui a mi casa acompañado de un agente, tome cosas de mi uso diario y a mi único familiar a cargo “Rocco” que es mi perro, esto duraría apenas unas semanas puesto que la investigación no arrojo ningún resultado, me informaron que en caso de algún avance se estarían comunicando conmigo.

Pasaron unos meses, la verdad no ha sido fácil volver a la rutina, todos los días ante la mínima impresión me transporto a aquel terrible momento, decidí acudir a terapias inclusive para combatir todo este estrés, la simple idea de que esta persona me observo detenidamente, quien sabe si para detallar mi rostro, o fue una manera de intimidarme o enviarme un mensaje, en Resumidas palabras su manera de amenazarme me es simplemente espeluznante.

Estoy paranoico y estoy consciente de eso, cada vez que voy de camino al trabajo y paso por el local donde alguna vez estuvo Tiffany's puedo sentir el peso de la mirada de aquel sujeto.

Tengo meses sin desayunar, por cuestiones de tiempo no puedo cocinar en casa y no quiero desayunar en ningún otro establecimiento de camino al trabajo.

Una llamada telefónica.

–buenos días señor de la cruz el día de hoy lo estamos llamado porque una situación similar a la suya ocurrió en el estado vecino, en esta un sujeto entró a un establecimiento abriendo fuego hacia las personas allí presentes pero por fortuna de los sobrevivientes, un oficial se encontraba desayunando en el lugar y accionó asesinando al sujeto, no es nada oficial pero por la cercanía entre ambos sucesos podríamos asumir que es el hombre que buscamos, no está confirmado, pero puede estar un poco más tranquilo–

Escuchar esa noticia pese a los heridos y las muertes que hubieron, no pudo ser mejor para mí, mi espíritu tomo un respiro para continuar.

Luego de conversar con el oficial y haber culminado la llamada, no podía estar más tranquilo, fui de inmediato a combatir mi temor, desayuné de camino al trabajo, ya que todo esto había acabado.
Al fin podía cerrar este capítulo tan escalofriante, pasaron los días y todo estaba en completa calma, Por la TV anunciaban un producto para el cabello, yo bebía lo que quedaba de mi jugo de naranja, luego de haber desayunado, escuche el sonido de una puerta de un vehículo, se me hizo sumamente familiar, es como uno de esos ruidos que por lo frecuentes que son, te acostumbras a ellos, por instinto gire la cabeza para ver por la ventana y entonces lo vi, era el mismo sujeto de aquel día, vestía igual, usaba lo mismo, estaba bajando de su auto, tenía un arma en su mano, y caminaba a pasos agigantados hacia el establecimiento donde yo estaba, mi alma se secó, el miedo me paralizó mientras lo veía cada vez más cerca.

Ingreso al lugar y al contrario de todo lo que pensé, no venía por mí, nuevamente en tono muy alto y ronco grito

–todos al suelo, esto es un asalto– estaba volviendo a ocurrir, mi suerte se había acabado.

Entonces así tan repentino como predecible, el sujeto tomó su arma y empezó a disparar a todos los allí presentes, simplemente cerré mis ojos y esperé a que todo acabará, cesaron los disparos, mis tímpanos en total colapso no me permitían escuchar nada, entonces decidí abrir los ojos, el sujeto se había marchado y ahí estaban todas estas personas a mi alrededor, ahogadas en un mar de sangre, yo simplemente estaba paralizado, totalmente confundido y asqueado.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó la policía, por lo inusual de estos eventos quede bajo arresto, ellos estaban seguros de que yo era parte de esto.

–señor de la cruz tengo 16 años en este departamento, en estos años he aprendido que nada pasa por "casualidad" y que el mundo está lleno de enfermos, que a pesar de todos estos años jamás terminaré de entender porque piensan así, pero sí le puedo asegurar soy totalmente severo con este tipo de actitudes, ¿cuénteme? ¿Usted es uno de esos apasionados por el snuff? ¿No le bastaba con simplemente ver matanzas y accidentes por videos? ¿Acaso quería probar algo más real, pero no se atreve a llegar tan lejos por cuenta propia? –

–créame oficial no tengo nada que ver con todo esto–

–¿entonces está queriendo decir que todo esto a usted no le resulta sospechoso? Nosotros podemos ayudarle señor de la cruz, si usted no puede controlarse, si ese lado oscuro en usted no le permite estar en paz, nosotros podemos ayudarlo–

–No soy un enfermo, odio estar en esta situación y si necesito su ayuda, es porque algún psicópata enfermo está detrás de mí atormentándome y no tengo idea de ¿por qué? ni de ¿quién es? –

Pasaron los días y por falta de pruebas nuevamente me dejaron en libertad, pero esta vez con una medida cautelar, no puedo salir del estado bajo ninguna circunstancia.

Perdí mi trabajo por estas acusaciones y de este mismo modo a mis amigos.

Un día muy lluvioso ya tarde en la noche exactamente eran las 9:50 pm me encontraba acostado lidiando con mi depresión y mis achaques paranoicos, entonces tocaron a la puerta, me exalte, me senté en la cama tratando de escuchar, ¿solo fue mi imaginación?, entonces volvieron a tocar por segunda vez pero de manera más fuerte eh insistente, Rocco enloqueció y empezó a ladrar muy fuerte, me levante y corrí por el pasillo hacia la puerta, estaba aterrado ¿quién a esta hora y con esta lluvia podría estar tocando a mi puerta?, por unos instantes la paranoia no me dejo mover, estaba convencido de que todo esto era parte de mi imaginación, entonces lo oí, era el vehículo de aquel sujeto, estaba convencido, no había otro igual en mi cabeza.

Se estaba marchando, el pánico se apoderó de mí, decidí marcarle al 911, al llegar la policía expliqué lo ocurrido, el resto de la noche una patrulla se quedó acompañando mi recinto, pero nada ocurrió.

Sus visitas continuaron y cada vez eran más frecuentes por más que alertaba a la policía, no llegaban a tiempo, hasta que en un punto dejaron de creerme, por su deceso estaba este psicópata pudo hacer suya mi vida.
Una mañana al despertar estaba Rocco muy enfermo, lo lleve al veterinario pero no pudo hacer nada, había sido envenenado, el lo había envenenado, me quito todo, mi único compañero tuve que enterrarlo en soledad asechado por la sombra de su asesino.

Asechado, desacreditado, solo y acusado, eran el tipo de pensamientos que habitaban en mi consciente noche tras noche, prácticamente no salía por ningún motivo, hasta ese día, en el cual las cosas cambiaron de rumbo.

Necesitaba abastecerme, mi exilio por más que así lo quisiera, no podía ser permanente, la necesidad de comprar alimentos me forzaba a salir de casa, por razones obvias empecé a salir a horas en las que no hubiera gran tráfico de personas a mi alrededor, me encontraba a punto de cancelar mi compra cuando, ese sonido familiar, ese sonido que me alerta, el motor de ese vehículo llego a mis oídos, se detenía, de inmediato pensé lo peor, me agache de forma repentina y a través de una vidriera del autoservicio lo vi era el vehículo de aquel sujeto, estaba en la gasolinera, justo al frente, un sujeto con las mismas características asquerosas de mi flagelador, quede petrificado, pero como si no supiese de mi presencia este sujeto cargo gasolina y subió a su automóvil como cualquier persona lo haría, estoy seguro que se trata de él.

¿Debo seguirlo?

¿Quién es él?

¿Por qué a mí? Jamás he visto a este sujeto, de manera involuntaria dejo todas las cosas y corro a mi vehículo, ahora voy tras él, ¿acaso estoy loco?, voy a una distancia moderada, entonces el vehículo se detiene, esta frente a una escuela, ¿Qué pretende hacer este enfermo?, una niña sale del instituto y sube a su auto, el auto se pone en marcha nuevamente, al parecer es su hija, es imposible pensar que alguien como él pudiese tener una familia, lo seguí hasta lo que parecer ser su vivienda.

La rabia me invade, ¿por qué una persona con una vida común toma estas actitudes en contra mía?
Retome mi misión de abastecerme, de camino a casa pensamientos acompañados de una ira incesante me acompañan, ahora lo entiendo, el no es un demonio o espíritu inmortal, es una despreciable y enferma persona, sin ningún poder, más que su enfermiza manera de pensar.

Sabía que el volvería para atormentarme, pero esta vez no tendría más miedo, estaba decidido a enfrentarlo, pasaron algunos días sin señales de él hasta que una noche muy tarde lo escuche era ese mismo auto, escuche cuando se estaciono frente a la casa de al lado sabía que no tendría otra oportunidad que debía enfrentarlo, corrí hasta la puerta y la abrí, allí estaba el parado frente a mí con su cara sonriente y esos dientes amarillentos como recuerdo, me dijo -hola Jimmy – mientras me observaba disfrazado de sus demonios, insultándome con su apariencia de psicópata, el se reía de mi aparente pánico, debo admitir que por un momento los colores se me fueron abajo al tenerlo de frente y sin nadie alrededor.

El saco una navaja y me la enseño a su manera mientras sonreía, corrí hacia la sala cual victima en apuros, el me persiguió mientras que su fantasía se hacía realidad, me tenía a su merced, tropecé cayendo de bruces al suelo el logro alcanzarme me tomo del cuello y a punto de acabar todo.

-¿Por qué haces todo esto?- Pregunte en mis últimos momentos.

Se detuvo y mirándome mientras sonreía se puso de pie, entonces de manera burlona respondió.

-¿Por qué no? Sabes hace muchos años estuve muy enamorado de una chica, ella estaba en la universidad, era menor que yo unas 15 años, pero no me mal interpretes ya era mayor de edad, trate de acercarme a ella en múltiples veces, pero ella nunca me hizo caso, ya tenía un novio de su misma edad, es complicado estar enamorado de un espíritu tan joven cuando ya estas casado con una mandona y aburrida, un error en tu vida, pero bueno no vengo para contarte una historia de mi vida, simplemente decidí que la relación entre esa chica y yo no podía continuar, no con ese chico de por medio y mi esposa también, yo quería ir despacio con ella pero por todas estas cosas no se podía, entonces un dial la iba de camino a su casa y la invite a subir a auto, ella me agradeció pero no quiso subir, eso me enfureció mucho, su excusa fue que “no subía a autos de hombres, porque se metería en problemas con sus padres”, era una hábil mentirosa, entonces perdí los estribos y la golpee fuerte en la cabeza, era por su bien, una joven como ella a esas horas caminando sola, la subí a mi auto, la lleve conmigo a un auto motel, ahí consumimos nuestra relación, fue fantástico ella al principio se opuso pero luego al ver mi única manera de ser hombre, se dejo dominar y tomar por completo.
Creerás que soy todo un afortunado, pero no, ella me miro con unos ojos, su mirada era terrible para mí, no lo resistí y me deje dominar por las emociones encontradas y tuve que silenciarla para siempre.

Nadie se entero de nada, hasta hoy que te cuento a ti, tu también tienes algo especial, desde que te vi por primera vez supe que seriamos los mejores amigos, compartimos momentos fantásticos de verdad, el que no me delataras a la policía para mí ha sido la mejor prueba de amistad en la vida, sabes todas esas personas merecían morir, la atención al cliente debe ser algo primordial, ¿tú me entiendes no? Siempre frecuentamos los mismos establecimientos, pero todo en la vida tiene un curso y debes entenderlo, no puedo permitir que tengas ese poder sobre mí, que sepas todas estas cosas me pone en riesgo, no es nada personal.-

-la verdad estoy agradecido contigo, también me has hecho un favor- respondí con mi voz temblorosa pero bastante satisfecho.

-¿lo ves? No somos tan distintos, es cuestión de entenderse, ¿a ti también te trataban mal esas personas?- respondió.
Apreté mi mandíbula me puse de pie de manera cautelosa no podía detestar más a este tipo.

-No la verdad no es ese el favor que me hiciste, en estos días que no estuviste instale un sistema de cámaras dentro de la casa, también unas dos ocultas fuera de la tuya, me di a la tarea de averiguar tu nombre y todo historial Mario, dirás y ¿ cuál es el favor?-

Su mirada petrificada me hizo saber que él estaba totalmente inocente de mi plan, entonces saque un grabadora de audio de mi bolsillo, lo había logrado su sonrisa se había desvanecido.

Por unos instantes hubo un silencio total .mientras sus ojos temblaban.

Entonces arremetió contra mí derribándose y en un forcejeo introdujo su navaja en mi costado.

-apuesto que en tu plan no pensaste en esto idiota- me dijo de manera irónica mientras sonreía.

Entonces deslice mi mano bajo el sofá y saque un arma que tenía allí esperando por el-al contrario de lo que piensas esto es parte de mi plan- apreté el gatillo volando sus sesos por toda la habitación como él lo hizo con todas esas personas.

Entregue toda evidencia la policía, por supuesto apague la grabadora de audio para no dejar saber que el asesinarlo era parte de un plan, solo confesión me dio la libertad de todos sus crímenes y su navaja limpio mi nombre, todo quedo como en defensa propia y así acabo toda esta pesadilla en mi vida.