La puerta a un mundo mejor.
Está lejos, es agotador intentar llegar a ese lugar que me propongo. Me cuesta, como si estuviese encadenado en donde estoy, y nada va a permitir que de otro paso en frente.
Pero quiero marcharme.
No estoy feliz acá, todo el mundo se fue, y si lo son, no miraron para atrás, no podían perder el tiempo con esa acción que no les garantizaría más que un peso muerto.
Esa es la descripción de mis acciones. Cómo la popular frase de tanto nadar para morir en la orilla.
Yo no suelo aceptar esto, no suelo rendirme... Pero estás cadenas se han convertido en algo que hasta quiero, ha nacido en mí, una especie de afecto por las heridas en mis muñecas de tanto aplicar fuerza; una adicción al dolor de quedarme y ver cómo poco a poco me despedazan. No me gusta, es gris, es retorcido, es enfermizo.
Será mejor que baje la mirada.
Pero los escuché, se detuvieron justo en la puerta del mundo mejor, y sin mirar atrás, solo decidieron plantarse ahí.
Me estaban esperando...
Me dió coraje imaginar que ellos se retrasaban por mi, que seguían en el agujero de miserias que compartimos por años solo para que los alcanzara.
No voltearon, no me ayudaron, solo dieron por sentado que yo llegaría.
Y lo hice... ¡Apliqué toda la fuerza que me quedaba para romper estás malditas cadenas que me apresaban!
Caminé hacia el frente, y no dejé de avanzar aunque eso me pudiese destruir. Ver sus siluetas esperando solo me daba más y más fuerza, solo me faltaba un poco más para romperlas, solo un poco más para alcanzarlos.
Y uno de ellos gritó:
"¿¡Que esperas!?" Sin voltear, sin mirarme, como si supiese que pudiese romperlas.
Fue curioso escuchar ese grito, me hizo enojar.
*Así que le respondí dándole un manotazo en la espalda: ¡A que te quites de la puerta! *
Me sonrió, y avanzó, seguido de eso todos mis amigos entraron. Yo con las cadenas rotas colgando sobre mis muñecas, entré por esta puerta al mundo mejor.
Pero se me es imposible el no reiterar que fue algo curioso, porque yo no podía romper esas cadenas... Sin embargo aquí estoy.
Del otro lado de la puerta.
Muchas gracias por leer, espero que lo hayas disfrutado.
La foto es de mi autoría y fue tomada con una Nikon D80.
Un abrazo azul para tí, de mi portafolio.