Minicuento - Instrucciones para morir (1)

Hace algunos semestres un profesor nos encomendó la tarea de escribir algunos minicuentos, basándonos en la maravillosa escritura de Julio Cortázar. Hoy tengo ganas de compartir el primer cuento -de los tres- que escribí.
Espero les guste.

–Hay muchas maneras para morir –dijo la nueva maestra de manera entusiasta, mirando fijamente hacia la nada, con esos ojos opacos e infinitamente negros que tenía–, sin embargo, antes de hacerlo, se necesitan algunos requisitos.

El primer paso que deben cumplir, es asegurarte, ¡pero asegúrense muy bien! de que están vivos. Esto es lo más importante, ya que el resultado depende proporcionalmente de la efectividad de esta pauta. ¡Por favor, no lo olviden!

La maestra estaba en un estado de trance perenne, y continuó diciendo: –El segundo paso, es escoger el método por el cual quieres morir: hay una amplia gama de muertes, están las muertes lentas, rápidas, dolorosas y con mucha agonía, hay muertes tristes, aunque claro, creo que ninguna es feliz –se rió ligeramente–. También hay muertes por accidentes, y muertes provocadas. Solamente escoge la muerte que más te guste.

El tercer paso es elegir la hora, el día y el lugar. Pero eso sí, no puede ser cualquier día, ¡ni se te ocurra! Debe ser un día memorable, que todos tus familiares y amigos lo lleven siempre en la memoria. Un buen plan es que en los días antes de tu muerte, intentes que todos se peleen contigo, para que cuando llegue la noticia de tu fallecimiento, estén muy tristes, y se sientan culpables. Procura que sea a una hora pico, en donde todos estén en el colegio, corriendo al trabajo, o entrando al metro.

Y una vez que tengan el día, la hora, el lugar, la manera, y por supuesto, te asegures que estas vivo, ¡te tengo una maravillosa noticia!: Estás preparado para morir. Yo te estaré esperando con mis brazos abiertos, porque aquí estoy, muerta en vida. Mi nombre es La Parca.