Ragnarok Conspiracy 22/44 | En español
Otro capítulo de la novela "Conspiración Ragnarok", originalmente escrita por mí, traducida al español por Gabriel González, ilustrada por @marylucy con la portada de Keith Draws.
Al igual que el original, este libro se publica STEEM-primero. Nuestro objetivo es completar la serie STEEM y publicar el libro electrónico antes del Black-Friday (29 de noviembre).
Capítulo 21 | Capítulo 23 |
Part III
22
Cifrados
¿Cómo un pequeño nerd como Robert ser semejante imbécil?
El friki hermano menor de Pete le había dejado un mensaje usando el código encriptado de la estantería que usaban cuando de niños jugaban a ser espías. Era un método genial para ocultar el contenido del mensaje, pero inútil para descifrar el origen del mismo. Pequeño imbécil.
Con el Empalme Cuántico, el cifrado de claves públicas se había vuelto menos seguro que incluso el más simple Código de César, por lo que usar su cifrado tan infantil pudo haber sido una gran idea… Si la idea de Robert no hubiera sido esconder su localización. Una ubicación que dio mediante un mensaje encriptado. Ese pequeño y estúpido idiota enamorado no estaba pensando claramente, o lo estaba haciendo con el órgano equivocado. Parecía que estaba tan ensimismado con lo que parecía ser un amor imposible que no pensó que la confidencialidad no era lo único en juego aquí.
“Pete, estoy bien
Necesito saber si Rachella sobrevivió. Si es así,
Hazle saber que estoy bien y le envío mi amor.
Saludos, Robert”
Ese fue el mensaje que Pete recibió.
Con la sustancial sobrecarga de cifrado en el mensaje, debió haber tomado una semana completa de la cuota de datos de alguien, eso seguro. Pete había sido lo suficientemente inteligente como para no usar su endpoint de comunicaciones globales, pero cada endpoint era rastreable al menos hasta la conurbación desde donde se utilizó. Además, las comunicaciones de datos del mercado negro eran costosas, por lo que enviar el mensaje le debió haber costado mucho a Robert de sus limitados recursos.
¿Tantos problemas y exposición al peligro simplemente para saber si su profesora estaba bien? ¡Y luego estaba lo de “le envío mi amor”! Robert no era la clase de bruto que utilizaba la palabra con “A” a la ligera, ¿Qué había con eso? ¿Acaso se estaba acostando con su profesora? ¡Demonios, Robert! Y dado a la clase de chicas con las que había salido ella no encajaba del todo. El hecho de que fuera de chicas frikis de veinte años en los huesos a, por lo que pudo ver Pete en la foto de la clase, una mujer madura con un buen par de tetas y culo estaba fuera de las expectativas de Pete. ¡Una jodida Milf con el doble de su edad y casada! ¿En qué te metiste, Robert? Con todo lo que había pasado Robert para saber si Rachella estaba viva, pasar por su casa era lo mínimo que podía hacer por su hermano.
Y ahí estaba su casa. Mientras Pete pasó frente a la casa, lanzó una mirada por la ventana, o al menos lo intentó. Rachella parecía estar bien desde su perspectiva. Primero, Pete vio a dos niños, una niña de unos doce años y un chico de nueve. El niño estaba sentado en la mesa de la cocina mientras que la niña estaba ocupada colocando los platos, aparentemente preparándose para la cena. Sus ojos se movieron y Pete divisó la silueta de Rachella frente a la estufa. La iluminación de la cocina ayudaba a enfatizar la femenina figura curva de la silueta de Rachella. Antes de que Pete cayera en cuenta de lo que estaba haciendo, un gran “WOW” salió de su boca y lo que comenzó como un pasar muy casual se detuvo por completo cautivado por la silueta y las curvas de Rachella. Pasaron un par de segundos hasta que fue capaz de alejar sus ojos de Rachella. En ese momento, Pete encontró su mirada con la confusa mirada de alguien más, una persona que parecía familiar y que estaba sentada en la mesa de la cocina, un escalofrío le recorrió cuando reconoció al Agente de Nueva Zion que le había visitado en su apartamento y aparentemente la misma persona que se había metido con Robert. Su sangre se heló.
Joder, ¡el Agente Bridgewater! Al notar la rápida respuesta de los agentes, pete se dio cuenta de que tenía que huir. Sus pies, aun así, tardaron en recibir el mensaje. El Agente Bridgewater ya venía por él, ¡Debía moverse!
Al comenzar a correr, alcanzó a ver a la más rara de las escenas llevarse a cabo. Cuando el Agente comenzó a ir hacia la puerta, Rachella le soltó un manotazo detrás de la cabeza y en respuesta, el Agente no sólo pareció abandonar sus intentos, sino que volvió a su lugar mostrando un aire de sumisión.
Cuando logró alejarse lo más posible de la casa de Rachella, Pete se dio cuenta de algo, ¡Ella no era lo que parecía! Esta profesora de universidad no era una mujer indefensa en lo absoluto. Robert estaba hasta el cuello en un problema más serio del que se había imaginado, ¡Era una jodida Comandante de Nueva Zion! Debía enviarle un mensaje a Robert. En donde sea que estuviera, debía moverse, pero por sobre todo, mantenerse alejado de esa mujer.
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