A ti, Sin Más Que Decir.
Quisiera tener tu voluntad
De volar por paisajes inhóspitos.
Tanto así que llegas a mí triste planeta
Colmado de males y soledad.
Simulas ser estrella,
pero aún así no brindas la suficiente claridad,
Es tan grande la oscuridad que allí hay.
No te deseo cómo sol,
tampoco como luna.
Solo deseo que seas un ser normal,
apretando mi mano.
Tampoco que seas estrellas juntas
o quizás una fugaz,
es tan poco el tiempo entonces que tendríamos.
El vacío sería peor al llegar tu ausencia.
Solo quiero que seas tú,
Mirando mis ojos inundados y perdidos.
Que tu mirada sea la brújula que guíe mis sentidos.
Y que dentro de nuestra existencia oscura,
simplemente seas mi compañero.
No de luz, no de fuerza,
solo de comprensión.
No necesito grandes abismos,
ni mansiones en mi planeta,
solo necesito ser y vivir
como lo desea mi inquieto espíritu;
vivaz y similar a un infante en años de premura.
Sólo así puedes venir y hacer estragos,
si no estás conforme solo debes partir;
Yo sabré luchar con tu ausencia
y también librarme del pensar.
Seré un ser vacilante, caminando en
la nada y siendo más nada aún.
Pero tranquila de saber que lo que pronto podría ser,
solo se adelantó.
Nadie fuerza a otro,
las cosas de esta naturaleza
de manera sencilla se desarman,
no tienen fuerza ni solidez
alguna construir muros en nubes.
Allí, estás. Pensando que hacer con esta mujer.
Sólo no vaciles, actúa.
Nuestra vida es corta y el tiempo es democrático.