Esperanza

¿Cómo me siento?
Pues ni yo misma lo sé.
Días en los que me siento la reina del mundo, y otros en los que no quiero ni existir.
Me encantaría encontrar un equilibrio, un equilibrio perfecto que me permita disfrutar de las cosas maravillosas de la vida.
Y no volverme a sentir aislada por inseguridades y mierdas varias que me apagan poco a poco.
Minutos, horas, días… de lucha constante conmigo misma, en los que a veces gano y otras en las que caigo en la mísera derrota.
En la que culpo, aíslo y maltrato a personas de mi alrededor que solo intentan ayudarme a abrir los ojos, y me dedico a culparlos como si fuesen el causante de mi mal.
Cuando la única que permite seguir así soy yo, mostrando al mundo una faceta de bienestar, seguridad y valentía que no existe, ya que por dentro estoy podrida.
Cuando tengo miedo de mirarme al espejo, de repudiarme, de sentir odio hacia mí misma.
Y ojalá, ojalá pueda cambiar todo ese odio que siento por amor.
De disfrutar y no sentirme condicionada.
Y de dejar de ver como el mundo avanza y yo me quedo estancada.