Dulce es la voz de una hermana en el momento de la tristeza.
Miedo, miedo al futuro
futuro cercano sin poder estar a tú lado.
Desesperación, me arrebatan de tus brazos.
Quisiera entenderlo, ansío hacerlo.
Injusto, no concibo la idea
de dejar de verte cada día, sangre de mi sangre
vida mía.
Enfado, tristeza y pánico
al verte marchar y no poder hacer nada,
observar a cámara lenta, cómo si mi alma
se hubiese desprendido de mi cuerpo,
simple espectadora.
Perdí la fe, no me queda nada.
Superé el límite que me quedaba.
Perdida
.