La prueba de esta nueva droga los lleva a experimentar otras realidades en donde ambos por razones que se desarrollan durante la serie comienza cada uno a encontrarse en las realidades del otro, fortaleciendo el vínculo entre ellos y llevándolos a tener una conexión humana que les falta en su vida diaria.

El mundo en el que se desarrolla Maniac, es un mundo futurístico que pareciera imaginado por alguien de la década de los setentas u ochentas. En vez de haber pantallas táctiles, hologramas, y esa estética redondeada, transparente y minimalista que se ha venido estableciendo para imaginar el futuro, Maniac está lleno de computadoras antiguas, cables por todos lados, y grandes aparatos que contrastan con la pequeñez de estos tiempos.

A pesar de una buena premisa, y buenas actuaciones de todo el elenco, la serie sufre un poco al no estar segura de lo que quiere ser. Es un drama? Es una comedia? Es una parodia? Es una crítica a la sociedad actual? Es un retrato sobre el duelo y las inseguridades?. Fukunaga se pasea por todos estas ideas, pero no logra aprovechar ninguna a su máximo potencial.

En una serie en donde los personajes se transportan a mundos y géneros como la fantasía (inspirado en El Señor de los Anillos), y el Film Noir, entre otros, Maniac resulta en parte genérica y poco arriesgada. Gran parte de esto es que estas incursiones tempranas a otros mundos se sienten más un truco para hacer la serie interesante, y menos como secuencias importantes para el desarrollo de la trama y los personajes.

Aunque tiene chispas y momentos increíbles, pareciera que todo el proyecto de la serie es un ejercicio para Fukunaga de probar su talento en diferentes géneros, pero nunca siendo lo suficientemente radical como pareciera que necesita la serie. A pesar de ser un gran fan de Fukunaga, siento que otro director hubiera encajado mejor con este proyecto televisivo, tal vez alguien como Michel Gondry hubiera podido llevar
Maniac a otro nivel.

Sin duda alguna el que mejor supo aprovechar la serie, y el responsable y protagonista de la mayoría de esos excelentes momentos que brevemente llevan a la serie a otro nivel es Justin Theroux. El actor interpreta al científico responsable de esta nueva droga y prueba experimental, personaje a su vez lleno de inseguridades propias y una muy complicada relación con su madre (Sally Field). Theroux pareciera que fue el único que pudo ver el potencial completo de la serie, sus momentos de comedia son geniales, toda su interpretación por más alocada y exagerada que puede llegar a ser nunca se siente fuera de lugar. Hay que recordar que Theroux también es escritor, y es uno de los responsables de los guiones de comedias como Tropic Thunder y Zoolander 2. Esta es la primera vez en mi caso, que puedo relacionar e identificar su trabajo como guionista con su trabajo actoral. El actor también brilla en la parte dramática, como es en una escena donde interroga al personaje de Emma Stone, la cual resulta en una de mis escenas favoritas de los diez capítulos que conforman la serie.

Maniac es una serie que se disfruta y aprecia aunque nunca alcance el potencial esperado y se quede detrás de otros trabajos del propio director.