Hace tiempo tras un trabajo social, que fue muy extenuante ya que decidimos recorrer la ciudad donde vivo, plantando arboles, al comenzar el regreso, el grupo se encontraba acalorado y hasta malhumorado, pedimos en una casa, que si nos podían regalar agua, ya que la nuestra se había acabado. Salio un señor muy molesto, pensó que pertenecíamos a un partido político, (aquí tienen muy mala fama), nos corrió y nos tiro un balde con agua, como todos estábamos de mal humor comenzamos a pelear entre nosotros, mojados llenos de tierra nos encaminamos hacia la parada de bus que nos llevaría de vuelta a nuestras casas.

Estando en la parada para agarrar el bus para ir a casa, nos encontramos en un vivero artesanal, y vi las flores mas hermosas que había visto en mi vida, me separe del grupo y busque a la señora que atendía el negocio, para felicitarla por la hermosura de sus flores y el aroma tan agradable de las mismas, y me contesto "te las regalo, puedes llevártelas", no salia de mi asombro, y apenada le dije que solo quería verlas, insistió muy dulce "llévalas" con mucho cariño he visto que han trabajado muy duro en la siembra de esos arboles, que en el futuro darán sombras y frutos.

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Me sentí muy feliz; supuse que Dios quería que tuviera aquellas flores para alegrarme el día y pasara el gran enojo que ya ni sentía, busque a mis compañeros y ya todos se habían ido. Agarre mis hermosas flores y las lleve a mi casa, mi madre que aun vivía, pero ya se encontraba enferma se alegro de tal manera que se levanto poco a poco de la silla y escogió el altar de la Virgen María para colocarlas y se veía muy emocionada porque fue muy amante a las plantas, sentí nostalgia de verla tan pálida, con sus hermosas flores que su "hija" le había regalado.

En ese momento llego una visita poco inusual, una amiga de mi madre, que se encontraba en una silla de ruedas, cuando la pasaron por el altar de la Virgen se sorprendió de ver esas flores tan hermosas, le brillaban sus ojos, mi madre y yo nos vimos a los ojos y nos llego el mensaje, "vamos a regalarle ese ramo a la señora ", busque las flores y se las ofrecí, me dijo que no e insistí, vi unas lagrimas en sus mejillas, le dije " no llore" me contesto, " mi esposo me regalaba flores" y hace un año que falleció, tu gesto me ha llenado de sorpresa y nostalgia, y si me las llevo. Por un momento pensé que las iba a dejar pero ver a mi madre tan alegre se disipo mi pena y pasamos una tarde muy feliz recordando momentos alegres de la vida de ambas mujeres.

Al llegar mi esposo, me vio y dijo ¿que paso aquí?, nada conteste yo, ¿y tu madre? esta acostada reposando les traigo una sorpresa a las dos. Yo abrí los ojos desmesuradamente cuando saco del carro un hermoso ramo de flores mas grande del anterior corrimos a donde mi madre y no pudo contener su llanto y yo tampoco. El nervioso preguntaba ¿que paso que hice? y le conteste nada y le contamos todo lo acontecido con el anterior ramo de flores, nos miro con sorpresa y contó, que de repente sintió un gran deseo de regalarnos algo, y al pasar por la floristería vio el ramo mas hermoso que había visto en su vida, aparco el carro y una señora le dijo que ese era el mejor ramo que había armado, creo que es el espíritu santo quien me guió a armarlo. Jamas podría hacer otro igual .

No pude evitar llorar, era Dios que me premiaba por haber regalado las anteriores flores a la amiga de mi madre, mi premio fue doble, le regale una buena tarde a mi madre enferma y también a su amiga, a veces no sabemos como nos premia la vida o el destino, por eso amo las flores porque tienen el don de alegrarnos en nuestras tristezas.

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